José Luis Rojas.
Educadoras y madres de familia del “Cendi Campestre de Jiutepec”, localizado en la calle Nopalera número 8 de la colonia Campestre del municipio de Jiutepec, urgieron a las autoridades federales, estatales y municipales a supervisar este lugar y sancionar a su propietaria, Laura Monjaraz Aldana, quien en condiciones antihigiénicas, antipedagógicas e insalubres, maneja esta guardería, diciéndose intocable y muy influyente ante autoridades de la SEDESOL, poniendo en grave riesgo a los infantes que van a parar a su plantel.
Por medio de un escrito dirigido a la misma delegación de SEDESOL, al DIF estatal, y Municipal de Jiutepec, así como a la Comisión de Derechos Humanos, las maestras y madres de familia agraviadas denunciaron que: Los menores son amarrados a una silla, denominada por la agresiva mujer, como “La silla de los berrinches”, cuando algún infante, no la obedece como y cuando ella quiere.
Mientras los niños, lloran amarrados a la silla, Laura Monjaraz se dedica a chatear, a jugar en su computadora y a fumar, pese al daño que esto les provoca a los menores.
En el colmo del abuso y la ilegalidad, esta mujer es acusada de que en varias ocasiones, argumentando que llevaría documentación a SEDESOL, dejaba encerrados con llave a menores y maestras, prohibiéndoles que contestaran los teléfonos, que abrieran la puerta, como sucedió el pasado 10 de mayo, cuando se salió del plantel en compañía de su esposo, desde las 9:30 horas regresando a las 2:30 horas, ella se fue a festejar el día de las madres
Aseguraron las denunciantes que en más de 4 ocasiones personal de SEDESOL y del DIF municipal, acudieron a las instalaciones de la Estancia a realizar inspecciones, pero Laura Monjaraz, no se despegaba de los inspectores para que las maestras no expusieran las anomalías que estaban sucediendo en el Cendi.
Cuando estos mismos inspectores le cuestionaban la falta de seguridad y salidas de emergencias del plantel, Laura Monjaraz contestaba en su caso al personal del DIF municipal, que SEDESOL ya estaba tomando cartas en el asunto, y de igual forma cuando SEDESOL, le preguntaba, respondía que ese asunto ya lo estaba arreglando.
Otro ejemplo de su prepotencia y criminal inconciencia es que la multicitada Laura dueña del Cendi, tiene dos perros dentro del plantel, uno de la raza Pastor Alemán y el otro de la raza Snouser, y en algunas de las mencionadas visitas los funcionarios en mención, le indicaron que estos animales no podían estar ahí, porque era peligroso y antihigiénico para los infantes, pero ella siempre los ignoro y nunca la sancionaron.
Explicaron las denunciantes que este Cendi, esta acondicionada en una vivienda de una sola planta, además de que una habitación es ocupada Laura para su uso personal, pero por otra parte los hijos de esta, Ignacio, Alan y Aldo de 25, 23 y 19 años de edad, la utilizan los fines de semana como su casa de recreación, pues casi cada ocho días realizan fiestas, con bebidas alcohólicas, drogas y música con exceso de sonido hasta altas horas de la madruga, como lo han confirmado los vecinos y en consecuencia al llegar el personal del Cendi los lunes, se encuentra con envases de bebidas vacíos, vasos sucios, colillas de cigarro, condones usados, toallas sanitarias, manteles y bancas y sillas sucias, que la duela del lugar ordena a maestras y demás limpiar, so pena de despedirlos.
Por si todo esto fuera poco afirman las quejosas, Ignacio hijo de Laura, acosa a madres solteras y demás mujeres que llevan a sus hijos a este CEndi, conducta avalada por su madre ya que incluso muestra una evidente consideración en el trato y cobro de la mensualidad a algunas de las féminas que le atraen a su hijo.
En el caso de la alimentación, aseguran las madres de familia que se han utilizado productos caducados y de mala calidad, incluso varios alumnos han padecido enfermedades intestinales por este problema, y actualmente se encuentran bajos de peso, además que ha sido una de las principales causas por las que más de 8 menores se han dado de baja de la estancia, pese a ello Laura obliga a comer a los menores abriéndoles la boca y metiéndoles a la fuerza los alimentos.
Cuando el personal se opone a tanta arbitrariedad, abuso e inconciencia, son despedidas por reclamarle su actitud y falta de profesionalismo y respeto ante la Estancia Infantil, llegando a argumentar Laura Monjaraz que tiene “influencias con personal de SEDESOL”, y que antes de ser acusada por alguien de nosotras la denunciaría por difamación o de haberle robado o acusarla de ser mal elemento.
Pagos atrasados a su persona, malos tratos a las madres de familia a las que tacha de ignorantes y las humilla, malos manejos con los recursos que obtiene de SEDESOL, pues tiene dados de alta, a personal que no labora ahí, como son jardineros, auxiliares, cocinera, personal de aseo y maestras, cuando son solo dos educadoras a las que obliga a realizar todo el trabajo, así como la manipulación de los reportes diarios de cada niño, son entre otras cosas las ilegalidades y abusos, que afirman comete esta dueña del Cendi Campestre de Jiutepec, poniendo el grave riesgo a los infantes que se supone debe de cuidar.