Zona Centro Noticias El poder de la información
Josè Luis Rojas.
Un hombre muerto que presumiblemente llevó en vida el nombre de Francisco González Cornelio de 32 años de edad, y quien pudiera ser uno de los que estuvo implicado en la desaparición del catedrático universitario, Eduardo Silvestre Bobadilla y otro más herido José Luis Parra Vázquez de 44 años, es el resultado del atentado del día cometido a las 19.25 horas por unos presuntos sicarios que viajaban en una camioneta Ford Explorer color gris, en la colonia Vicente Guerrero de Tejalpa y que para no variar lograron darse a la fuga.
Por versiones de algunos de los vecinos, las autoridades municipales lograron establecer que a la hora señalada, la víctima y su acompañante caminaban por la calle Obradores de la citada colonia y tras pasar por unos billares que se localizan en el lugar fueron alcanzados ya casi para llegar a la barranca por unos cuatro sujetos fuertemente armados que viajaban en la citada camioneta.
Los desconocidos abrieron fuego y sin darle oportunidad de nada a sus víctimas les dispararon dándole muerte en el lugar a Francisco González, mientras que su acompañante quedó gravemente herido y fue trasladado en ambulancia al hospital, donde se debate entre la vida y la muerte.
Pese a que posteriormente se monto un operativo policiaco no se pudo dar con los responsables de esta ejecución y únicamente se logro saber que los asesinos escaparon hacia la colonia Josefa Ortiz de Domínguez.
Sobre la posible vinculación del hoy occiso al caso Bodadilla, el catedrático de la Escuela de Técnicos Laboratoristas de la Universidad Autónoma del Estado, desaparecido desde el mes de octubre del año 2002 a la fecha, habría que recordar que en su momento su esposa, Martha Ballesteros Vázquez, denuncio los hechos y tras las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia, se detuvo y consigno por este hecho a Francisco González Cornelio y a Rogelio García Sedano.
Sin embargo en enero de 2008, la justicia penal excarcelo a García Sedano y González Cornelio, ya que se aseguró que “se comprobó su inocencia”, por lo que posteriormente exigieron al gobierno estatal, una indemnización por los años que estuvieron tras las rejas.
Pero posteriormente, la PGJ dio a conocer en el mes de julio de 2009 la detención Francisco González González, quien había sido extraditado de una prisión de Texas, Estados Unidos, y era señalado por la autoridad como el principal sospechoso de la desaparición del catedrático.
Pero de la misma manera, tras permanecer este siete meses tras las rejas recluido, el Juzgado Tercero Penal de Atlacholoaya decretó en febrero de este año 2010, absolverlo, “al no encontrar pruebas que acrediten su responsabilidad en el delito de secuestro”.
De esta manera el día de ayer uno de los presuntos implicados en el secuestro y desaparición del catedrático universitario, fue ejecutado, y a casi ocho años de ese hecho, nadie sabe nada de Eduardo Silvestre Bobadilla
