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México habrá de demandar a la empresa British Petroleum la reparación del daño, que incluye los costos de saneamiento y control que se habrían de aplicar en caso de que lleguen a aguas y costas nacionales los aceites producto del derrame de petróleo ocurrido en el Golfo. Tan solo en la etapa de preparación de dicho plan de contingencia, se requeriría de 37 millones de dólares.
Lo anterior fue informado por Luis Fuello McDonald, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, en su visita a Cuernavaca, quien indicó que con las recientes acciones de control que ha realizado la empresa británica de instalación de campanas colectoras y dos pozos de recolección, es posible que se retrase la llegada de aceites en superficie a las costas mexicanas, que se había previsto para el mes de Octubre por el cambio de corrientes.
El funcionario recordó que a la fecha, el derrame de crudo en el pozo “Macondo” ya provocó que se esparcieran más de 6 millones de barriles en el Golfo de México, por lo que se han desarrollado varias maniobras de control y recientemente la colocación de una campana para contener el flujo y almacenar 80 mil barriles diarios, además de que se tiene prevista la construcción de dos pozos de alivio para poder bajar el nivel de presión y luego hacer el taponamiento de la zona que se salió de control.
Mencionó que en tanto que estas acciones funcionen, el traslado de hirdrocarburo hacia aguas nacionales podría retrasarse después de octubre cuando se tenía previsto.
Destacó que con el cambio de corrientes, una parte del derrame se dirige a las costas del Atlántico, pero otra parte del petróleo con el uso de dispersantes se ha venido colapsando agregando y metiéndose ala columna del agua y permanece en las costas de México, que se ha hecho chapopote.
El funcionario federal aseguró que se está monitoreando el desplazamiento de la mancha de petróleo y ya hay un plan nacional de contingencia, que se activará en caso de que llegue, que contempla medidas de contención como lo son la colocación de barreras, de redes, limpieza de playas, si se acercan a las bocas de launas costeras se haría la colecta de esos residuos de petróleo con redes de pescadores.
Luis Fuello indicó que tan solo en la etapa de preparación de las actividades y campañas oceanográficas que permitan detectar el desplazamiento del hidrocarburo en aguas nacionales, costaría alrededor de 37 millones de pesos, “ya las acciones concretas seguramente duplicará el costo. Pro supuesto que nuestra actitud es que lo que gastamos en reparar un daño que nosotros no generamos se reclamará que se costo sea asumido por la empresa que provocó ese daño”.
