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La Reforma fue la tradición ideológica y política más importante de fines del siglo XIX y comienzos del XX, y varios participantes en el movimiento revolucionario de 1910 abrevaron en sus círculos la continuidad de esta ideología, que incluía un culto a Juárez como formador de la Patria, señaló el investigador Felipe Arturo Ávila Espinosa, al dictar la conferencia El pensamiento de la Reforma en los intelectuales zapatistas.
Algunas de las ideas centrales de esta generación de intelectuales revolucionarios, fueron la defensa del Estado laico, al ver que el Porfiriato había traicionado el espíritu de la Reforma, principalmente en la relación Estado-Iglesia, pero sobre todo, al hacerse evidente que el clero se estaba adueñando nuevamente de la educación y sociedad mexicana, añadió en la conferencia magistral, realizada este sábado en el Museo Panteón de San Fernando, dentro del ciclo La influencia de las Leyes de Reforma en los revolucionarios de 1910.
En la charla, Felipe Arturo Ávila Espinosa, doctor en Historia y especialista del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, hizo un recorrido por los principales puntos del pensamiento liberal, cuyo principal representante fue Benito Juárez. En la plática, el investigador destacó que parte de las asignaturas pendientes de la sociedad y el gobierno, es concluir la obra de democracia y justicia social propuesta por el pensamiento liberal.
La construcción de un estado de derecho, el respeto a la ley, las instituciones, la tolerancia, la separación de la iglesia y Estado, así como la pluralidad y laicidad de la enseñanza elemental y científica como obligación del gobierno para impartir en la sociedad mexicana, son parte de los puntos elementales del pensamiento liberal reformista, que impulsaron los intelectuales y que hoy siguen vigentes, puntualizó.
En cuanto al movimiento revolucionario, subrayó dos ideas centrales: la necesidad de consolidar, extender y fortalecer nuestra democracia —uno de los motivos originales de la Revolución Maderista— y, segundo, la vertiente de justicia social que representan el zapatismo y el villismo, para construir una sociedad más justa y equitativa donde las clases mayoritarias tengan derecho a un trabajo digno, salario suficiente y vida decorosa.
El investigador comentó que de los más importantes intelectuales incorporados al movimiento, eran hombres jóvenes entre 20 y 40 años, formados en la tradición liberal y cultural de la reforma, que veían al pensamiento liberal como uno de los pilares de la historia mexicana y en Benito Juárez, uno de los principales representantes de los héroes nacionales. Entre los intelectuales zapatistas mayor influenciados por esta corriente, resaltó a Otilio Montaño o Antonio Díaz Soto y Gama, y algunos villistas como Federico Cervantes.
La cuna de muchos de estos defensores liberales, dijo, fue el Club Liberal Ponciano Arriaga (1901), del ingeniero potosino y antecesor revolucionario Camilo Arriaga, donde participaron importantes personajes como los hermanos Juan y Manuel Sarabia, o los mismos hermanos Flores Magón, precursores de la fracción más radical, integrada por el Partido Liberal Mexicano.
En la conferencia estuvo presente Marcos Moré Camino, director del Museo Panteón de San Fernando.
Del ciclo de conferencias La influencia de las Leyes de Reforma en los revolucionarios de 1910, aún se realizarán:
– La figura de Juárez del Porfiriato a la Revolución, 25 de septiembre.
– Las Leyes de Reforma en el pensamiento maderista, 23 de octubre.
– La herencia Jacobina en la Revolución, 6 de noviembre.
El Museo Panteón de San Fernando se encuentra ubicado en la Plaza de San Fernando 17, Col. Guerrero, entre la calle Héroes y Eje Guerrero, metro Hidalgo. Entrada libre.
