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José luis Rojas.
Continúan hospitalizados los dos policías preventivos municipales de Cuernavaca, el comandante José Ángel Gamboa Alencaste y su escolta Enrique Escobar Jiménez, así como el civil Francisco Rojas, quienes fueron rafagueados ayer en la privada Jesús Urueta de la colonia Carolina, por presuntos sicarios del crimen organizado, que se creyeron descubiertos cuando los uniformados llegaron a ese lugar a atender una llamada de auxilio.
Inicialmente los policías fueron hospitalizados, Enrique Escobar y el Civil, en el Hospital General y el comandante José Ángel Gamboa en el Hospital Innovamed, pero posteriormente, los uniformados fueron trasladados al hospital del ISSSTE de Emiliano Zapata, donde se recuperan de sus heridas.
Hasta el momento se ha informado que el comandante José Ángel Gamboa es quien se encuentra más delicado de salud, pues recibió cuatro impactos, dos en el abdomen y dos en un brazo, que prácticamente le destrozaron esta extremidad, mientras que su escolta recibió dos impactos en las piernas, por lo que este se recupera más rápidamente.
Todo esto luego de que como ya se informó, los policías en mención a bordo de la patrulla 1542, acudieron a atender un auxilio a la citada privada, ya que un civil denunció que estaba a punto de ser agredido por unos sujetos, al reclamar que le repararan unos daños que había sufrido en su vehículo.
Al llegar los policías a la citada privada, fueron recibidos a balazos, cayendo heridos al igual que el civil, habiéndose encontrado más de medio centenar de casquillos de balas calibre 9 milímetros y 7.62, en tanto los presuntos sicarios lograron escapar, presumiblemente a bordo de sus camionetas Xtrail color dorado, aunque también se menciona que huyeron en una Nissan Armada color gris sin placas y en un Tsuru color blanca.
Desgraciadamente hasta el momento ni la policía ni la Procuraduría General de Justicia y mucho menos los elementos del Ejército Mexicano, que por cierto ayer desplegaron un imponente operativo pero al otro lado de la ciudad, tienen pistas de los agresores, lo que ha provocado la indignación y reclamos de los propios policías municipales, que una vez más, señalan que “estos es consecuencia de que en la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano, hay puro improvisado y gente cuyos intereses, están muy ajenos al del cumplimiento del deber”.
