Angela González.
En entrevista para Zona Centro Noticias, el Contralor del Ayuntamiento de Cuernavaca, Lucio Rodríguez Trejo, explicó el porqué de la lista de deudores de la comuna en la cuenta pública 2010, quienes son funcionarios que van desde secretarios personales, regidores y Secretarios de despacho, con préstamos hasta por 6 millones de pesos.
De acuerdo con el Contralor, se trata de recursos a comprobar, como “anticipo de obra”, de proyectos públicos gestionados por los directivos de las dependencias. En otros casos, asegura se tratan de préstamos personales del Ayuntamiento a los funcionarios, sin embargo, éstos deben ser en proporción a lo que ganan anualmente, y deben ser saldados antes de un año. El funcionario señala que dentro del reglamento del Ayuntamiento, no hay artículo que prohíba o autorice los préstamos personales, por lo que la normatividad es fijada por cada administración.
En el caso del Secretario de Desarrollo Urbano, Rafael Rubio Quintero, quien de acuerdo a la cuenta pública 2010, adeuda la cantidad de 6 millones 814, 876 mil pesos, el Contralor refirió que se trata de un anticipo de obra, el cual tendrá que comprobar en determinado tiempo, o de lo contrario procedería a una investigación del uso de esos recursos.
En el caso del Ex Secretario de Desarrollo Urbano, José Manuel Rodríguez Cota, quien aparece con una deuda de 951 mil 622 pesos, y que dejó de laborar en el Ayuntamiento desde principios de esta año, el Contralor asegura que este caso ha sido revisado particularmente, y señala que se trata de otro anticipo de obra, que fue comprobado antes de que dejara el cargo.
Incluso el Alcalde de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigos, pudo haber recibido un préstamo personal, por más de 65 mil pesos, pues de acuerdo con Rodríguez Trejo, el ayuntamiento puede prestar a los funcionarios una cantidad proporcional a lo que ganan anualmente, y cada quincena les es descontado de su sueldo de manera automática. En caso de dejar el cargo, el funcionario debe saldar los préstamos personales adquiridos, o comprobar los anticipos de obra que solicitó.