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José Luis Rojas
Si bien el Director del Grupo de Aprehensiones del Sector Central de la Policía Ministerial, César Reyes Gaytán, resultó exonerado de cualquier responsabilidad penal tras asesinar a cuchillas a Miguel Ángel Aguayo Bermúdez, ya que se comprobo que lo hizo en legitima defensa, cuando el hoy occiso en complicidad de dos desconocidos más trataron de asaltar al policía y a la abogada que lo acompañaba Denisse Catalina Parra Bermúdez, este no se libro de enfrentar sanciones administrativas en el desempeño de su cargo.
De esta manera al considerar la Procuraduría General de Justicia, que si bien César Reyes Gaytan, quedaba libre bajo protesta con relación a los hechos antes anotados, administrativamente si incurrió en responsabilidad al “distraerse de sus obligaciones como Director y ponerse en riesgo con todo lo que esto implica”, es por ello que oficialmente se dijo, “no había tomado vacaciones, las va a tomar y a su regreso será reubicado en una comandancia al interior del estado”.
Mientras tanto a partir de hoy su lugar en la Dirección de Aprehensiones ya es ocupado por Arturo Moncayo Mejía que hasta el pasado fin de semana se desempeñaba como Director de la Policía Ministerial en la región oriente con sede en el municipio de Cuautla, a su vez esa dirección ahora está a cargo de Jaime Melquiades Rivera Sánchez, quien se había venido desempeñando como agente investigador en una fiscalia especial del sector central.
Habría que recordar que la madrugada del pasado jueves, alrededor de las dos de la mañana, el policía César Reyes y su acompañante la abogada defensora de oficio Denisse Catalina llegaron en el vehículo de esta, a un puesto de comida localidad en La Pradera, entre la avenida Emiliano Zapata y calle del Artista, cuando fueron sorprendidos por tres sujetos, dos de ellos armados con pistolas y uno más con una navaja, que es el que se alcanzo a meter a la fuerza al vehículo de la mujer amagando a la pareja.
Sin embargo Denisse Catalina, al verse en peligro arranco su auto y salió a toda velocidad por la calle del Artista, subió por Aurora seguida siempre por el vehículo de los hampones, en tanto el comandante forcejeaba con el delincuente que llevaban en el asiento trasero.
Pese a que los cómplices del delincuente de la navaja trataron en todo momento de obligar a que se detuviera la mujer esta incluso subió la avenida Emiliano Zapata a la altura de la iglesia de Tlaltenango, hasta la Glorieta de la misma y ahí se incorporo a su carril, hasta llegar a los patios de la PGJ, donde pidieron auxilio, solicitando incluso una ambulancia, pues el delincuente que llevaban en el asiento de atrás, había resultado gravemente herido, y minutos después murió en el hospital. Ahora se dan a conocer las consecuencias de estos hechos.
