La arquidiócesis de Tlalnepantla, dirigida por el también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguilar Retes sostuvo que no cuenta con suficientes elementos para emitir juicios de valor y responsabilizar al padre Gerardo Romero Hernández de la desaparición de la joven Ana Jimena, quién presuntamente sostenía una relación amorosa con el sacerdote.
Por su parte, el obispo de Cuernavaca, Alfonso Cortés, calificó como lamentables estos hechos, pero consideró que un caso como éste no tiene impacto sobre el celibato que deben guardar los ministros de este culto, pues se trata de un don, además, recordó que los curas como cualquier otra persona, son humanos y cometen fallas.
El obispo de Cuernavaca señaló “esto es muy lamentable y esto como obispo, y como parte de la iglesia, esto me duele y esto es una disculpa de la iglesia de parte nuestra, y es también de parte nuestra una disculpa, pero la solución no es esa, es ser responsables, honesto, ser sacerdotes dignos, santos, sacerdotes competentes, este es el camino, esas cosas pasan porque la persona se vacía de lo que es del espíritu de dios, para lo que él ha sido llamado”.