Un mes y 28 días después del asesinato múltiple de 7 personas, aquel domingo 27 de marzo, presumiblemente en una casa de seguridad localizada en el municipio de Jiutepec, entre ellas, el hijo del poeta Javier Sicilia, Juan Francisco Sicilia Ortega de 24 años de edad, fueron capturados por las fuerzas federales en el estado de Veracruz, 2 de los presuntos responsables de esta masacre, Julio de Jesús Radilla Hernández alias “El Negro”, presunto líder del cartel del CPS en Morelos y su cómplice José Luis Luquín Delgado alias “El Jamón”.
Junto con ellos los elementos de la Policía Federal, capturaron en la madrugada de de hoy en la colonia Triangulo del Tesoro de Coatzacoalcos, Veracruz a Valentín Ortiz López oriundo de Acayucan Guerrero de 24 años de edad, identificado como Jefe de seguridad del “Negro”, quien junto con su jefe se enfrento a los policías tratando de evitar ser detenido.
Julio de Jesús Radilla, alias “El Negro”, de un par de años a la fecha se ha convertido en un personaje más de la leyenda negra del crimen organizado en Morelos, habiendo afincado su poderío en el municipio de Jiutepec en donde algunos de sus vecinos con temor y recelo aún recuerdan como “El Negro”, estuvo detenido hace poco más de 5 años por haber matado a una persona.
Pero por igual lo recuerdan haciendo “talachas” en su vulcanizadora o llantera que tenía por los campos de fútbol de Tejalpa, además de que desde antes de que fuera sicario, dicen sus vecinos era conocido por su sangre fría y facilidad para atacar, golpear o matar a quienes trataban mal o no les pagaban a sus hermanas, dedicadas a la prostitución, oficio que adoptaron luego de venir con toda su familia del estado de Guerrero a radicar a Morelos.
Julio de Jesús Radilla, en menos de 3 años se consolido como uno de los operadores y criminales más sanguinarios del crimen organizado, esto a consecuencia de que el 16 de diciembre del año 2009, “El Jefe de Jefes”, Arturo Beltrán Leyva, líder del cártel de los Beltrán Leyva cayera abatido a tiros por elementos de la Marina Armada de México, en uno de los lujos departamentos del complejo Altitude, de la colonia del Empleado en la capital del Estado, presumiblemente al ser traicionado paradójicamente por su “hombre de confianza”, Edgar Valdez Villareal alias “La Barbie”,
Esto marco la división del cartel de “Los Beltrán Leyva”, pues mientras unos se mantuvieron fieles al mando de Héctor Beltrán, “El H”, hermano de Arturo y su gente como “El Grande”, otros como “El Negro Radilla”, se pusieron del lado de Edgar Valdez y comenzaron a disputarse con toda fiereza el control de Morelos como plaza del narco.
Sin embargo Edgar Valdez Villareal, fue capturado por Policías Federales, el 30 de agosto de 2010, en un singular como sospechoso operativo en el que no se disparó ni un tiro, lo que provoco las más diversas suspicacias, pero esta captura, dejó prácticamente operando por su cuenta al “Negro Radilla”, que lejos de verse afectado al quedarse sólo, fortaleció su actividad criminal en base a la violencia y salvajismo con que ejecutaba a sus enemigos, pero también comprando y corrompiendo a elementos policíacos y autoridades.
Este criminal de 34 años de edad, que hoy muy pocos reconocen pues luego de haber sido un hombre de complexión delgada, hoy aparece con marcada obesidad, es el que se encargo de reclutar entre sus filas a niños, a adolescentes, a los que inicialmente utilizaba como espías o “halcones”, para que les avisaran de la presencia de policías cuando se encontraban en determinado lugar haciendo de las suyas y posteriormente los envicio y convirtió en auténticos chacales, como sucedió con “El Ponchis”, el niño sicario, que junto con otros de sus cómplices como “El Erick”, hoy ya están detenidos, pero con un daño psicológico y mental que obliga a la ciudadanía a temer el día que estos recuperen su libertad, ante el fracaso de la hoy llamada reinserción social.
Junto con Julio de Jesús, fueron detenidos esta madrugada, José Luis Luquin, Valentín López, pero días antes fueron arrestados “El Gordo Varilla”, Víctor Manuel Valdez Artega, Andrés Marcelino Ramírez, “El Andrés”, presumiblemente el cómplice que condujo el vehículo Honda Civic, en el que trasladaron los 7 cadáveres, aquel domingo 27 de marzo de Jiutepec la fraccionamiento Las Brisas, donde fueron encontrados al día siguiente, Erica Martínez, su presunta amante y madre de uno de los niños sicarios.
Pero también ya están tras las rejas, Daniel Rosales Nájera alias “El Barny”, Daniel Santiago Miranda Castelán, alias “El Flais”, Rodrigo Elizalde Morán alias “El Chemis”, Alberto Millán Ramos y Hugo Enrique Rudesindo Guzmán, entre otros, algunos de los cuales con sus primeras declaraciones, para preocupación social, han confirmado la interminable sospecha popular, que varias corporaciones policíacas habían sido infiltradas por ellos, por el crimen organizado. El más claro ejemplo lo dicho por “El Gordo Varilla”, de Juan Bosco Castañeda, director de la Policía Preventiva de Cuernavaca, a quien afirma le pagaban 15 mil pesos mensuales por su protección e información y lo que se avecina en las corporaciones municipales de los Ayuntamientos de la zona metropolitana y en la Policía Ministerial.