Hoy es el día de las madres, y también día de festivales, los pequeños sacan sus mejores pasos, sus más esmeradas actuaciones, los niños y niñas ensayan desde varias semanas antes, durante muchas horas, solo por ver felices a sus mamás, por lo menos, los minutos que dura una canción.
“…¿cuánto ensayaste?, mucho, ¿cómo prepararon el festival? El profesor nos enseño qué hacer…”. Explicó Renata Magaña, estudiante.
Y su esfuerzo es recompensado con los aplausos más entusiastas, con decenas de fotografías para detener el tiempo en que los hijos son pequeños, con esos rostros de emoción, que estalla del corazón y se convierte en lágrimas.
“…estamos muy emocionados, muy orgullosa de mi hijo, muy contenta porque era bebé ayer, ya tiene 15 años hoy…que todos los días sean día de la mamá, hay que darles amor…”. Detalló Olivia Miranda, mamá espectadora.
Pareciera que estas actuaciones son sinónimo de lágrimas, pero esas gotas de agua, son generalmente de orgullo y de alegría.
La mayoría de las madres, disfrutan esos minutos de ver a sus hijos en escena, como el mejor manjar, como el mejor regalo acompañado con un fuerte abrazo, y una cariñosa felicitación.