Zona Centro Noticias El poder de la información
La corrupción sigue campeando a todo lo que da en la Dirección General del Transporte, en donde a veces con el pleno consentimiento de su titular Francisco Alba Meraz y otras sin que este se dé por enterado pues su colaboradores, como se dice en el argot delincuencial “le pican los ojos” y él ni cuenta se da.
Tal es el caso, el ejemplo del pasado día 18, del presente mes en el que a las 12:35, según el acta de infracción folio 1417, cuando el supervisor Jorge Gutiérrez número de identificación 25266 en la unidad oficial 109, detuvo sobre el Boulevard Cuauhnáhuac kilometro 3.5 frente a Laboratorios Buckman en el municipio de Jiutepec la camioneta Ford F-350 modelo 2007 placas WT-38-630 del estado de Puebla, por transportar agua embotellada para la cadena de tiendas Oxxo, pero sin la concesión correspondiente.
El conductor de dicha camioneta José Antonio Milagro, vecino de Puebla según la copia del documento que se encuentra en poder de Zona Centro, fue notificado que había violado el artículo 8, 108, fracciones tres y uno respectivamente, por lo que sería sancionado como lo marca la ley en este caso el artículo 108 que impone en estos casos una sanción de 510 días de salió mínimo sin descuento al prestar un servicio sin la concesión correspondiente lo que equivaldría a una multa de más 28 mil pesos.
Sin embargo según se ha logrado saber “por gestiones” de Rubén Núñez Arellano encargado del departamento de Supervisión en complicidad del Contador Público, Juan pablo Reyes Celis Subdirector de Transportes, pasando por encima de la autoridad de Francisco Alba Meraz, como le hacen en otro muchos casos, le cobraron al infractor una multa de no menos de 20 mil pesos, de la de 28 mil que de acuerdo a la ley debería pagar, pero ellos a su vez de manera indebida, sólo le retuvieron una placa al transportista y lo dejaron ir cuando la ley ordena que el vehículo se debe quedar en garantía, pero además ellos se encargan de imponer una multa de sólo 100 días de salario mínimo y hasta tramitan descuentos ante la Secretaría de Finanzas, por lo que realmente sólo pagarían entre 800 y mil 200 pesos, y se repartirían el resto.
Negocio redondo pues de este par de servidores públicos, que al menos en este caso según se dice, se habrían llevado al baile, hasta a su propio jefe.
