Variedad de mariposas, hongos, el cangrejo barranqueño, el conejo teporingo, la flor de noche buena y de mayo, son sólo algunos de los habitantes que comparten el territorio con los morelenses.
Tras un exhaustivo, agotador e interesante recorrido en bosques, agua y barrancas la cámara de Adalberto Ríos Szalay dejó plasmado, en un documento científico, imágenes sorprendentes que describen la gran variedad de flora y fauna. “Biodiversidad en Morelos” es el nombre de este libro.
Alrededor de 15,000 fotografías se tomaron durante este recorrido que duró aproximadamente un año.
“Morelos ha sido una entidad que no solamente en el aspecto de la flora y la fauna, sino sobre todo en el aspecto humano siempre ha sido un sitio de encuentros, un sitio de sumas (…) Se convirtió en un sitio de concurrencia de muchas personas que han venido a aportar a la personalidad y a la historia de este estado. Pues, resulta que en el aspecto de la naturaleza ha sucedido lo mismo, porque este es un sitio que invita a la vida”, asegura Adalberto Ríos.
“Biodiversidad en Morelos” forma parte de la colección de libros “Suma Morelense”, un proyecto que revisa cualidades y fortalezas de nuestro estado, en el que han participado historiadores, investigadores, y por supuesto, la lente de Adalberto Ríos Szalay.
Fotógrafo dedicado a registrar la biodiversidad, la pluriculturalidad y el patrimonio cultural de México y América latina desde hace 35 años. Adalberto Ríos, profesor de carrera de la UNAM, realizó estudios de posgrado en antropología. Ha ejercido su trabajo fotográfico en 31 países, ha expuesto en 28 naciones, sumando 93 las ciudades donde ha presentado su obra. Fotos suyas forman parte de colecciones permanentes en México, Estados Unidos, España, Cuba, Bulgaria y Francia.
México ha sido visto y andado por Ríos Szalay, quien durante su larga trayectoria se ha maravillado con la biodiversidad que ofrece nuestro país, y sobre todo Morelos.
“En todas las culturas del planeta y las religiones se habla que hay un paraíso (…) en el caso nuestro: el Tamoanchan, y siempre se cuenta que es un lugar que existe y a donde van los buenos, según la biblia sólo ha habido dos y que lo manejaron tan mal que los echaron a patadas. Y aquí podemos decir que el paraíso está en la tierra, que seguirá en la manera en que sea bien manejado”.
“Biodiversidad de Morelos” es un trabajo conjunto en la fotografía de Adarlberto Ríos Szalay y Adalberto Szalay Lanz, además de un grupo de investigadores y biólogos, coordinados por Topitzin Contreras.
Según cuenta su autor, este libro ha significado una serie de descubrimientos, porque invariablemente cuando se habla de Morelos se habla del magnífico clima y qué bonita naturaleza, pero cuál es nuestra naturaleza. “Este libro sirvió para el estudio y clasificación de muchas especies, desde hongos hasta mamíferos”, puntualiza uno de sus autores.
Experiencias gratificantes y largos trayectos de cansancio fueron completando este trabajo. “El problema no fue qué íbamos a poner en el libro, sino qué dejaríamos fuera porque hay una gran variedad de plantas y animales que nos sorprendieron a todos”.
Este libro deja en claro que en este pequeño territorio llamado Morelos la naturaleza nos ha dado un patrimonio valioso, el cual debemos conocer y cuidar.