En el municipio de Huitzilac operan 3 bandas organizadas de talamontes; sus integrantes trabajan de día y de noche, lo hacen sin que la autoridad hasta el momento los haya podido detener.
“En el campo es muy difícil detener a gente en flagrancia porque huyen con las brechas, ellos conocen su territorio y ponemos en riesgo tanto a los elementos de seguridad y a los propios inspectores, es muy difícil para los Ministerios Públicos, para la policía federal fincar responsabilidades serias fuertes ante un responsable crimen sino sabemos quién es”, explicó José Iván Fernández Galván, delgado de la Profepa.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, ha interpuesto en lo que va del año 2 denuncias contra estas bandas ante la Procuraduría General de la República y durante los últimos años 20 denuncias penales sin ningún resultado.
Los habitantes de Huitzilac conocen a los talamontes, saben cómo operan e incluso que son protegidos por la misma autoridad municipal.
El problema, es que no son sólo talamontes, también roba autos y se dedican al narcotráfico.
“El talamonte es lo menos que hay, hay delincuencia organizada se está trabajando mucho gobierno del estado trabaja con eso, defensa nacional para ver ese tipo de irregularidades. Uno de los delitos que se cometen es la tala, sin embargo es el riesgo de que se cometan más delitos en esa zona”, expuso el delegado.
La afectación al bosque de Huitzilac es grave, tal es el caso que ya no se sabe un número de las hectáreas pérdidas, en el último operativo realizado por la Profepa se decomisaron 28 metros cúbicos, que equivalen a 28 árboles vivos.