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Una semana más tendrán que esperar los familiares de Jethro Ramsés Sánchez Santana, para saber si los restos encontrados en el paraje “La Ocotera” de Atlixco Puebla, son los de este joven asesinado presumiblemente por militares del 21ª Batallón de Infantería de la 24ª Zona Militar.
Así lo informó el abogado de esta familia, Cipriano Sotelo Salgado, quien explicó que luego de haberse estado comunicando desde el pasado martes a la Secretaría de la Defensa Nacional y que le cancelaran hasta en tres ocasiones la cita, finalmente le terminaron diciendo que “esperen una semana más, hasta el próximo martes para ya darles los resultados de las pruebas de ADN”, que le están practicando a los restos encontrados en comparación con las muestras tomadas de sus padres.
Mientras tanto la desesperante espera, las especulaciones y la angustia para los familiares de la víctima continúan, reconoció el abogado, quien reconoció en estos momentos la disposición de esclarecer este crimen por parte de las autoridades militares, destacando que la única certeza que se tiene de que los restos encontrados en “La Ocotera”, proviene de las declaraciones de los militares involucrados en el crimen y en la inhumación clandestina del cuerpo, ya que ellos son los que afirman que esos restos son los del cadáver del Jethro, porque ellos fueron los que lo dejaron en ese lugar, más sus seres queridos esperan que todo esto se confirme plena y científicamente para tener la certeza y poder aceptarlo.
Como ya es del dominio público Jethro Ramsés Sánchez Santana, desapareció desde el día primero de mayo, tras haber acudido al último día de la feria de Cuernavaca, junto con su amigo Horacio Hernández, luego de que al verse involucrado en una riña, en una taquería de la feria, en la que se dijo se negó a pagar la cuenta y causo destrozos diciéndose miembro de una organización criminal, en primer lugar fue detenido por policías municipales de la capital del estado, que lo entregaron a federales y estos a los militares.
Horas después, según se sabe ahora, Jethro y Horacio salvajemente golpeados fueron llevados a las instalaciones del 21º Batallón de Infantería y mientras Horacio sometido fue dejado en una camioneta de los militares, Jethro fue encerrado en el taller de herrería, donde minutos después murió y ante el deceso “un mando, un coronel del 21º Batallón de Infantería habría ordenado que fueran a tirar el cadáver” y algunos de sus subalternos determino que a Puebla.
Por este caso, que por casi dos meses fue ignorado por las instancias oficiales hasta que se solicito la intervención de Amnistía Internacional, fueron en primer lugar detenidos y sujetos a proceso judicial militar, el teniente y el subteniente, Edwin Raziel Aguilar Guerrero y José Guadalupe Orizaba Guerra, siendo hasta el momento los dos únicos detenidos, pese a que en la desaparición, tortura y crimen e inhumación clandestina de la víctima hay más involucrados de diferentes niveles de gobierno.
Sólo se ha removido de sus puestos al secretario de Protección y Auxilio Ciudadano, Mauricio Vega Chavaje y hoy su lugar es ya ocupado por otro militar el General de División, Mario Ayón Rodríguez, por igual fue removido de la comandancia de la XXIV Zona Militar, el general Leopoldo Díaz Pérez y su lugar lo ocupa su homologo Sergio García Vera, pero de su presunta responsabilidad en el caso Jethro nada se ha dicho por parte de las autoridades militares, pese a que las investigaciones han arrojado que estaba oportuna y completamente enterado de los hechos, y cuando el Congreso del estado lo llamó a comparecer y le pidió un informe, se negó a acudir afirmando que sus subalternos eran ajenos a todo esto.
