POLICÍAS FEDERALES QUE DISPARARON CONTRA FUNCIONARIOS DE LA EMBAJADA DE ESTADOS UNIDOS FUERON ARRAIGADOS POR 40 DÍAS

Después de que el pasado viernes dos funcionarios de la embajada de Estados Unidos en México Jess Hoods Ganer, Stand Dove Boss y una elemento de la Secretaría de Marina fueron «emboscados» a tiros presuntamente por al menos 12 elementos de la Policía Federal, este día fueron arraigados por la Procuraduría General de la República y serían trasladados, de la delegación de la PGR Morelos, donde permanecieron todo el fin de semana, al centro de arraigos del Distrito Federal por 40 días aunque la averiguación previa continuará integrándose en Morelos.
Como se recodará los hechos se dieron en el kilómetro 51 de la carretera federal México-Cuernavaca cuando según un comunicado de las autoridades federales la camioneta Toyota con placas diplomáticas fue interceptada por un «auto» (no especifica si oficial) en un camino de terracería a 4 kilómetros de la carretera donde los tripulantes del auto muestran sus armas y es cuando la camioneta diplomática dio vuelta y comenzó la persecución que termino en una «emboscada» según el comunicado de la embajada de Estados Unidos en México.
Cerca de las tres de la tarde autoridades federales intentaron llevarse a los 12 policías investigados por estos hechos pero familiares lo impidieron con pancartas en mano por lo que las autoridades tuvieron que reingresar a la delegación Morelos. El Ministerio Público de la federación consideró que todos son probables responsables de los delitos de homicidio en grado de Tentativa, Abuso de Autoridad, Ejercicio indebido del Servicio Público, Lesiones y Daño en Propiedad Ajena.
Horas previas uno de los tres abogados Marco Aurelio González Robles que se encuentra defendiéndolos ofreció una nueva versión sobre lo que ocurrió primero dijo que interpuso un juicio de amparo porque los tenían incomunicados con su familia y una vez que ya lograron hacer contacto con su familia según el abogado dijo que se trató de una confusión porque ellos realizaban su trabajo a favor de la comunidad y ellos habrían acudido a un llamado de auxilio. Pues antes se había dado un secuestro y le marcaron el alto a este auto y el conductor del vehículo diplomático no obedeció.
Pero el abogado, fue más allá, dijo hubo otros vehículos involucrados pues según uno de sus defendidos vió una camioneta amarilla nissan de donde en el interior salían detonación fue ahí donde el elemento policiaco llegó y por un lado cuidaba su integridad y por el otro haciendo abanderamiento a conductores que venían en ese sentido para que retornaran y no llegarán al lugar de los hechos.
El abogado dijo que la famosa camioneta amarilla no está físicamente en la PGR y no se sabe quiénes la conducían porque le disparaban también además explicó que otra camioneta Voyaguer y Nissan habrían participado en los hechos y esos vehículos no son oficiales.
Mientras los familiares de los policías federales permanecieron afuera de la delegación de la PGR algunos de pie y otros dentro de sus camionetas provenientes de diferentes partes de la República como Estado de México Oaxaca, Chiapas entre otros lugares.
Alba Castellano esposas del Policía Federal Francisco Segovia que estaba en el lugar decidió mostrar a los medios de comunicación un pantalón de la policía federal y los zapatos de su esposo que asegura traía consigo cuando fue detenido por lo que desmintió que haya ido de civil como se aseguró en días pasados pero además dijo que lo que su esposo le platicó es que ellos se tuvieron que defender porque también recibieron disparos.
Esta persona dijo que la Policía Federal dejó a sus elementos solos y no los ha defendido “ellos exponen su vida y no justo que le den la espalda en la corporación mi esposo lleva 7 años y es suboficial, yo tengo tres hijos y no tengo para defenderlo” dijo.
Con estas declaraciones la situación de que es realmente lo que pasó se complica más si se trató de una confusión, una orden, un enfrentamiento donde habrían participado otros autos por lo qu las autoridades tendrán que aclarar exactamente qué fue lo que pasó.