Desde hace algunos días atrás trabajadores académicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia colocaron mantas de protesta en el Palacio de Cortés para pedir un alto al daño del Patrimonio Cultural que se registra en zonas arqueológicas y lugares históricos del país entre ellos Morelos. Pues justo a un costado de la torre del Palacio de Cortés en el pleno centro se construye un negocio particular desconociéndose como se dieron los permisos municipales.
Los trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia realizan estas acciones a nivel nacional donde piden la remoción y una auditoría a la administración del director general del INAH Alfonso de María y Campos y de Nelly Robles García coordinadora nacional de arqueología así como los delegados que han permitido el daño al Patrimonio Cultural.
Dentro de algunos de los ejemplos del daño que se ha ocasionado se encuentra la construcción de un museo dentro de la poligonal de protección y sobre una plataforma prehispánica en la zona arqueológica de Tzintzuntzan en Michoacán violando normas nacionales e internacionales, de igual modo el cerro de Acueyamatepec en los Fuertes de Loreto y Guadalupe en Puebla don construyeron cafeterías.
En entrevista la Arqueóloga Silvia Garza acusó que dentro de las quejas de los trabajadores también se encuentra que el INAH a crecido en gente administrativa pero no en investigadores cuyo promedio de edad es de 60 años y con eso se pretende desaparecer la arqueología mexicana dejando el tema en manos extranjeras.
El consejo de arqueología que determina que trabajos se harán funciona a “contentillo” pues quien la preside decide dependiendo la amistad y el estado de ánimo y que ha provocado actos de corrupción porque financia viajes de trabajo que no se realizan.
En Morelos hay 26 investigadores en todo el estado quienes tienen a su cargo varios colaboradores que no tienen prestaciones y aunado a esto se cerraron las librerías del INAH desde hace dos años.