Para los millones de personas que profesan la religión católica, el Miércoles de ceniza significa un momento de conversión, un cambio de camino dirigido hacia el encuentro con Jesús el Cristo y es precisamente el miércoles de ceniza, cuando da inicio de este recorrido de conversión a lo largo de lo que se conoce como cuaresma y es, así lo explica Eduardo Treguer seminarista de la diócesis de Cuernavaca, un rencuentro a través de la reflexión y la meditación con uno mismo para llegar a conocer a Dios.
La ceniza que ritualmente se coloca en la frente, proviene de las palmas que se recolectan de un año atrás y fueron bendecidas durante el domingo de ramos y son los fieles quienes las entregan a la iglesia previamente a esta fecha para ser incineradas y molidas.