En el mundo, existen más de 640 millones de armas ligeras y cada año se destina más de un billón de dólares al gasto militar, mientras sólo cerca de 19 mil millones son asignados a la lucha contra el hambre y la desnutrición.
Además, cerca de un millón de los ocho millones de armas ligeras que se producen anualmente, se pierden o son robadas, y más de 200 personas son asesinadas con estos objetos.
En 2001, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 9 de julio como el Día Internacional para la Destrucción de Armas, para comprometer a los gobiernos con este objetivo, a fin de evitar que se pierdan más vidas o se cometan nuevas violaciones a los derechos humanos.
En México, la ausencia de conflicto armado no necesariamente implica la paz. Ésta no puede alcanzarse en un territorio con altos índices de pobreza y hambre, que enfrenta las amenazas del crimen organizado y la delincuencia, señaló Benjamín Ruiz Loyola, de la Facultad de Química (FQ).
Afortunadamente, subrayó, el país no tiene o fabrica armas de destrucción masiva, ni tiene la intención de construir este tipo de arsenales. En el concierto internacional, la política exterior nacional fue un pilar en la creación y mantenimiento de distintos convenios, tratados y convenciones relacionados con el desarme, además de los organismos que se encargan de su administración.
El Acuerdo de Tlatelolco (Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, que entró en vigor el 25 de abril de 1969), fue el primero a nivel mundial en establecer una zona libre de armamento en un territorio determinado, lo que le valió a Alfonso García Robles, el Premio Nobel de la Paz en 1982, recordó.
Ese liderazgo fue casi abandonado en años recientes. Es necesario que México retome el rol de precursor y líder en esa lucha, recomendó quien participó como inspector de Armas de Destrucción Masiva en Irak en 2003, en una misión de la ONU.
Instrumentos internacionales
Las armas nucleares poseen la capacidad de terminar con una ciudad entera en minutos. Además, tienen el potencial de matar a millones de personas, poner en peligro el medio ambiente y el bienestar de las generaciones futuras, pues sus efectos a largo plazo son devastadores.
En la actualidad, se calcula que existen en el orbe casi 30 mil ojivas, y a la fecha se han realizado más de dos mil ensayos con este armamento.
Ruiz Loyola sostuvo que el Tratado sobre la no Proliferación de las Armas Nucleares, no es respetado. A partir de las bombas viejas se construyen nuevos dispositivos para no desperdiciar el material radiactivo. Así, en lugar de tener dos mil o tres mil, se dispone de 800 o mil nuevas. A nivel mundial, por cada arma que se destruye, se fabrican otras 10.
Respecto a otros tratados internacionales en la materia, destacó que la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas cuenta con avances que aún no se concretan en otros acuerdos (como el de la Convención para la Prohibición de las Armas Biológicas).
Entre sus logros, están la inspección de instalaciones, verificación de la destrucción de arsenales y reconversión de plantas industriales dedicadas a fabricarlas. Representa el instrumento jurídico internacional más importante en los últimos 50 años, después de la creación de la ONU, resaltó.
Ha enfrentado problemas serios. Se abrió a la firma el 13 de enero de 1993 en París y entró en vigor el 29 de abril de 1997, y estableció el plazo de una década para la destrucción total de los arsenales químicos en el mundo, que no se cumplió.
El periodo se amplió por cinco años para darle cumplimiento al objetivo, y se renegoció para extenderlo por una década más. Después de 20 años, 70 por ciento de los arsenales mundiales fue eliminado y sólo Rusia y Estados Unidos no han cumplido esta exigencia.
Armas pequeñas
El pasado 2 de abril, en el seno de la ONU se acordó el Primer Tratado Internacional sobre Comercio de Armas (TCA) de la historia, para regular el comercio global de armamento. En su texto, el instrumento consagra en el derecho internacional un conjunto de reglas para todas las transferencias mundiales de armas y municiones, después de seis años de negociaciones diplomáticas.
Al respecto, el integrante del Departamento de Química Orgánica de la FQ, aseguró que si bien aún no entra en vigor, representa un avance fundamental para regular el problema a escala global.
En nuestro país, evitaría que los grupos delincuenciales se provean con facilidad. Actualmente, adquieren la mayoría de pertrechos en Estados Unidos, además de Brasil o lugares más lejanos, como Rusia, países que se dedican a la comercialización de armamento, sostuvo.
El especialista, consideró que si bien los índices de criminalidad aumentan, no puede prevenirse la amenaza de un delito con una pistola o escopeta en casa. Debemos adoptar un compromiso personal para contribuir al desarme y responder a los llamados del gobierno para entregar armas a cambio de otros objetos, concluyó.
La efeméride
A partir de 2001, cada 9 de julio las víctimas de la violencia de las armas de fuego conmemoran la efeméride con la destrucción de armamento, con el apoyo de distintas organizaciones como Oxfam, Amnistía Internacional y la Red Internacional de Acción sobre Armas Pequeñas.