La sonda Voyager 1, el objeto de fabricación humana que más se alejado de la Tierra, podría haber alcanzado el espacio interestelar tras haber traspasado la órbita de Plutón. El estudio de la Universidad de Maryland afirma que esto ocurrió hace poco más de un año, lo que contradice la información ofrecida recientemente por la NASA que situaba a la nave aún en la heliopausa, una zona de transición entre nuestro Sistema Solar y el resto de la galaxia.
Los científicos argumentan que, debido al descenso del flujo de partículas solares y el cambio en la dirección del campo magnético, la sonda se encuentra ya fuera de la heliopausa. El 25 de agosto del año pasado la sonda detectó por primera vez estas fluctuaciones, por lo que los investigadores sitúan en esa fecha su partida. No obstante, la NASA toma con cautela esta nueva teoría, ya que se basa en las condiciones hipotéticas de materia y energía del medio interestelar.
La sonda Voyager 1 lleva 36 años explorando nuestro Sistema Solar junto a su sonda gemela, la Voyager 2, y se estima que su misión se prolongará hasta 2020. Su tecnología, que en aspectos de computación puede considerarse obsoleta, destaca sin embargo por su formidable longevidad.