Han pasado poco más de dos años y la planta nuclear de Fukushima Daiichi en Japón sigue arrojando desechos tóxicos a las aguas del Pacífico. Los ingenieros japoneses han tratado de contener las filtraciones de diversas formas, y la solución que han encontrado más apta es construir una barrera de hielo en torno a la planta, bajo el agua.
Kajima Corporation construirá una pared de 1.4 kilómetros, utilizando tuberías que transportarán fluidos, los cuales se encargarán de congelar el agua a 30 metros de profundidad, para evitar que la contaminación siga extendiéndose. La construcción no estará lista sino hasta marzo del 2015, tendrá un costo de $320 millones de dólares y usará suficiente energía como para alimentar 3300 casas.
Proyectos similares se han llevado a cabo antes en Estados Unidos, en casos de minas donde materiales contaminantes deben ser contenidos. El proyecto japonés también pretende descontaminar el agua congelada para regresarla al océano, y ha sido aprobada ya por la Agencia Internacional de Energía Atómica.