El organismo de control de drogas de la ONU «lamentó» el miércoles la legalización del cannabis en Uruguay y afirmó que esa decisión contraviene normas internacionales y puede revelarse contraria a los fines del gobierno.
«Con la legislación sobre el cannabis aprobada por el Congreso, Uruguay está violando las convenciones de control de drogas», afirma un comunicado de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), difundido desde su sede en Viena.
La JIFE «lamenta» que con esa legislación, Uruguay «contravenga la Convención de 1961 sobre Narcóticos», de la que ese país forma parte, indicó el documento.
El presidente del organismo, Raymond Yans, dijo estar «sorprendido» por el hecho de que el gobierno uruguayo «haya decidido deliberadamente» ignorar las disposiciones de ese tratado.
Uruguay se convirtió el martes en el primer país en legalizar la producción y venta de marihuana, una iniciativa considerada por el gobierno como un experimento con el que busca enfrentar al narcotráfico en una región donde las políticas represivas se revelaron ineficaces y condujeron a baños de sangre y a acrecentar el poder de las mafias.
Pero según la JIFE , la apuesta por una reducción del crimen a través de la legislación «se basa en conjeturas precarias y sin corroborar» y fue adoptada «sin considerar los efectos negativos del cannabis para la salud».
«En lugar de proteger a los jóvenes», esa legislación «tendrá el efecto perverso de alentar la experimentación más temprana con la droga, contribuyendo de ese modo a problemas de desarrollo, a adicciones más tempranas y a otros desórdenes», recalca la JIFE.