De cada 100 niños en edad escolar y adolescencia, 35 presentan problema de sobrepeso u obesidad en el estado de Morelos, cifra que ha crecido tanto en los últimos años que se ha convertido en un problema de salud pública alarmante.
Es por ello que la Nutrióloga, Aileen Moreno Sullivan, responsable del Programa de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia de los Servicios de Salud de Morelos (SSM), recomienda a los padres de familia con hijos diagnosticados con sobrepeso u obesidad que acudan al Centro de Salud más cercano a su domicilio para ser beneficiados con acciones de prevención, atención y seguimiento nutricional que contribuya a disminuir el riesgo a padecer enfermedades y complicaciones asociadas al sobrepeso y la obesidad.
Asimismo, comentó que según datos de ENSANUT 2012 (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición) la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los menores de 5 años en nuestra entidad es de 8.9%. En niños de edad escolar (5-11 años) el 19.9% presentó sobrepeso y el 14.7% obesidad; por lo que el reto más grande es ir modificando gradualmente el estilo de vida y hábitos alimentarios del niño, niña o adolescente y su familia y dar seguimiento en la unidad médica, donde se realiza un seguimiento del peso y talla y se registra en la tarjeta de control el estado nutricional del menor.
Moreno Sullivan agregó que el sobrepeso se da por la acumulación de factores de riesgo a lo largo de la vida, como: sedentarismo, ingesta de alimentos hipercalóricos, que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas y minerales, así como el consumo deficientes de frutas y verduras.
El sobrepeso puede ser prevenible y controlado de manera significativa, si el niño y el adolescente interactúa en un ambiente con estilos de vida saludables.
La responsable del Programa de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia de los SSM, indicó que sólo el 5% de este problema está atribuido a factores de hereditarios, sin embargo si el niño interactúa en un ambiente con estilos saludables, este problema puede ser prevenible y controlable de manera significativa.
Finalmente, Aileen Moreno recomendó que antes del nacimiento, la madre lleve un estricto control del embarazo y posteriormente se motive al niño a realizar actividades físicas y tener hábitos alimentarios saludables, como el consumo adecuado de agua natural, tener de 10 a 12 horas de sueño, establecer un horario fijo de alimentos (3 comidas y 2 colaciones) y eliminar del entorno familiar alimentos vacíos o altamente calóricos como galletas, refresco, chocolates y golosinas.