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Hoy se ha dado a conocer que fueron sentenciados finalmente a 49 años de cárcel los secuestradores y asesinos de María Eugenia Madera, madre de los dueños de la empresa Herón México que defraudo a cientos de ciudadanos en Morelos, Tamaulipas, Querétaro y Puebla.
Como se recordará uno de los hermanos copropietario de la empresa Carlos Garza Madera estuvo detenido en el penal de Atlacholoaya acusado de fraude y quedó en libertad el 6 Julio de 2011, pero su mamá fue secuestrada el 20 de mayo anterior cuando acudió a visitarlo al penal y meses después apareció sin vida en la autopista del Sol.
Aunque días antes solicitaron para su liberación la cantidad de 6 millones de dólares; sin embargo dichos sujetos la mantuvieron en cautiverio por dos meses y tres días, y posteriormente la asesinaron el 23 de julio.
El 06 de octubre de 2011, los presuntos implicados en estos actos delictivos Luis Rey González Lora, José Isidro Fuentes Hernández y Susano Rendón Diricio y Francisco Andráca Nájera, los tres primeros militares y el último abogado fueron asegurados en las inmediaciones de la terminal de autobuses Taxqueña de la Ciudad de México, y a partir de entonces fueron imputados por la Procuraduría General de la República (PGR) en el Distrito Federal, por privación ilegal de la libertad, en su modalidad de secuestro agravado y delincuencia organizada.
Hoy la procuraduría de justicia dio a conocer mediante un comunicado que como resultado del desahogo de cada uno de los elementos de prueba y argumentos contundentes expuestos por la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales, el Juez de Control y Juicio Oral sentenció a 49 años de prisión a Francisco Andraca Nájera, Luís Rey González, Susano Rendón Dircio y José Isidro Fuentes Hernández, integrantes de una banda de secuestradores y homicidas. Asimismo, los ahora sentenciados están sujetos al pago de reparación del daño moral y material al encontrarse como responsables en el delito de homicidio doloso al cometer secuestro.
El 06 de octubre de 2011 los implicados en estos actos delictivos fueron asegurados en las inmediaciones de la terminal de autobuses Taxqueña de la Ciudad de México, y a partir de entonces se encontraban cumpliendo una medida cautelar en la casa de arraigo de la Procuraduría General de la República (PGR) en el Distrito Federal.
El 26 de diciembre de ese mismo año la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales (SIE) tuvo conocimiento del arraigo, por lo que en seguimiento a la carpeta de investigación por estos hechos y al contar con elementos suficientes para el ejercicio de la acción penal, solicitó al juez de la causa las órdenes de aprehensión correspondientes, mismas que fueron cumplimentadas.
