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Once años después, de haber participado en el asesinato de su padre, Cruz Benito Quezada Guerrero, en el interior de su domicilio en el fraccionamiento Monte Casino de Huitzilac, en complicidad con su madre, María Elizabeth González Hernández, está ya detenida y sentenciada, fue capturado por autoridades estadounidenses y extraditado, primero a Tijuana y luego a Morelos, el presunto parricida, Ricardo Quezada González de 30 años de edad.
Todo ello como resultado del cumplimiento a una orden de aprehensión girada por el Juez Cuarto Penal de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial, por lo que elementos de la Policía Ministerial de esta Procuraduría General de Justicia viajaron a Tijuana, Baja California, donde se encontraba ya detenido, Ricardo Quezada González acusado del delito de homicidio calificado, cometido en el mes de noviembre del año 2002.
Tal captura se pudo lograr luego de que el fiscal del caso solicitara mediante oficio a las autoridades de los Estados Unidos de Norte América la extradición del imputado, por lo que este fue detenido allá y deportado por las autoridades de aquel país y remitido a las instalaciones de la Policía Ministerial Federal, delegación Tijuana, Baja California, y posteriormente trasladado a Morelos para ser puesto a disposición del Juzgado que lo requirió.
Pero el indiciado había estado evadiendo la acción de la justicia ocultándose en el país del norte; además de promover amparos; sin embargo, una vez que dicha acción dejo de ser válida, se logró la extradición.
Se recordó que en relación a los hechos que originaron el mandato judicial, se deben a que en el mes de noviembre de 2002, se reportó a las autoridades a un hombre sin vida al interior de un domicilio ubicado en el fraccionamiento Monte Casino del municipio de Huitzilac, por lesiones producidas por arma de fuego. En torno a este crimen se estableció que el ahora imputado, Ricardo Quezada manipuló la escena del crimen extraviando el arma con el que su madre Elizabeth González le había disparado a Cruz Benito, tras una pelea, con el fin de no incriminarla, pero ésta actualmente se encuentra tras las rejas y sentenciada a 28 años 6 meses de prisión y ahora Ricardo deberá enfrentar la acción de la justicia por sus actos.
