La incertidumbre y la anarquía privan en la Policía Ministerial de Morelos, a consecuencia del duelo de poderes que se da entre la Subprocuradora General, Adriana Pineda Fernández, quien asumiéndose como la máxima autoridad de la Procuraduría General de Justicia, pasa por encima de las atribuciones del menguado Coordinador General de la Policía Ministerial, Nicolás Suárez Valenzuela, para exigir que sea a ella a quien le rindan novedades y la que determine que se hace o de deja de hacer en la corporación.
Esta situación ha generado incertidumbre e inactividad en la Policía Ministerial, pues según revelaron de manera anónima algunos agentes, “ ya no sabemos a quién rendir novedades y hacer caso, pues por un lado sabemos que nuestro mando es el Coordinador, Nicolás Suárez, pero por otra parte el recién nombrado Director de Planeación y Operaciones Tácticas, Juan Manuel Machado Agüero, ex comandante del Grupo Antisecuestros, acusan los elementos, se ha aliado con la subprocuradora Adriana Pineda, para que sea ella la que mande en la Policía Ministerial”.
De esta manera los agentes y comandantes, no saben a veces a quien hacerle caso, si al Coordinador, Suárez Valenzuela o a la Subprocuradora y a su “operador”, Juan Manuel Machado, generándose una delicada y peligrosa confusión e incertidumbre, que se reflejan en los escasos resultados que se tienen en el combate al delito.
Los policías ministeriales denunciantes, explicaron a Zona Centro que si bien el Coordinador Nicolás Suárez, muchas veces no sabe qué hacer o como hacer las cosas, al parecer por su edad o por otros problemas, él es quien debe ejercer el mando y asumir sus responsabilidades y si no puede, que lo cambien, pero es muy grave que haya disputas al interior de la corporación, cuando lo que se requiere es unidad, eficacia y contundencia para combatir al hampa.
Los agentes urgieron a las autoridades estatales a poner orden en la PGJ y en la PM, pues no de ahora, sino desde el inicio de la presente administración, ha trascendido como funcionarios menores pasan por encima de la autoridad del titular y ahora hasta por encima de la Coordinador de la Policía Ministerial, generando confusión y una peligrosa anarquía.