La policía italiana encontró hoy el pequeño cofre precioso que contenía la reliquia del Papa Juan Pablo IIrobada el fin de semana pasado, pero no se ubicó todavía el trozo de tela con la sangre del beato que se encontraba dentro.
Las amplias investigaciones realizadas por los agentes del Cuerpo de Carabinieri concluyeron con la ubicación del «porta reliquia» en la sede del Servicio Toxicodependencias (Sert) ubicado en la avenida Collemaggio de la ciudad de L’Aquila.
Los uniformados detuvieron a dos personas con problemas de droga y están buscando a una tercera. Además ahora se han concentrado en la búsqueda de la reliquia, un pedazo de la sotana blanca que usaba Karol Wojtyla cuando sufrió el atentado en mayo de 1981.
La reliquia fue robada de una pequeña iglesia ubicada en la localidad de San Pietro della Ienca, ubicada en las faldas del monte Gran Sasso (provincia de L’Aquila), en la madrugada del domingo.
La misma fue donada en 2011 por el actual arzobispo de Cracovia e histórico secretario privado de Karol Wojtyla, Stanislao Dziwizs. En un primer momento se pensó que la reliquia era una ampolleta con la sangre líquida del Papa.
Finalmente se supo que era una tela manchada con sangre del pontífice polaco producto de las heridas que le provocó el sicario turco Mehmet Ali Agca, el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
En la iglesia de San Pietro, donde se encontraba la reliquia, Juan Pablo II había estado muchas veces con ocasión de sus diversas excursiones al Gran Sasso.
Amante de la montaña desde joven y esquiador asiduo, durante su pontificado Karol Wojtyla salió del Vaticano de incógnito en más de 100 oportunidades para tener momentos de esparcimiento en diversas estaciones de esquí cercanas a Roma.