El estado de Texas fijó la fecha de ejecución del mexicano Ramiro Hernández Llamas para el 9 de abril de este año, condenado a muerte por el asesinato de un hombre para el que trabajaba y por violar a su esposa.
La ejecución ha sido establecida tras la orden de un juez del condado Banderas (Texas) para que el Departamento de Justicia Penal inicie el proceso que concrete la sentencia de muerte del mexicano, de 44 años y originario de la ciudad de Nuevo Laredo, en el estado mexicano de Tamaulipas.
La fijación de la fecha de ejecución de Hernández se da a conocer en el marco de los esfuerzos que realiza el Gobierno de México para que Texas suspenda la ejecución del también mexicano Edgar Tamayo Arias, prevista para el próximo miércoles 22 de enero.
La abogada Sandra Babcock, profesora de la Escuela de Leyes en «Northwestern University» y representante de México ante las cortes internacionales, informó que Hernández es uno de los 51 mexicanos incluidos en el «Fallo Avena».
El fallo fue emitido por la Corte Internacional de Justicia, de la ONU, y ordenó a Estados Unidos la revisión de los casos de 51 reos mexicanos condenados a muerte, Tamayo y Hernández entre ellos, tras establecer que al momento de su detención no se les informó de su derecho a solicitar asesoría al consulado de su país.
Ello constituyó una violación a la Convención de Viena, a la que Estados Unidos está suscrito, por lo que el organismo internacional ordenó que antes de la ejecución de los sentenciados se determinen las consecuencias que dicha omisión ocasionó en cada uno de los casos.
Hernández fue condenado a muerte en 1997 por el asesinato de un ranchero de Kerrville, en Texas, para el cual realizaba trabajos de mantenimiento.
El expediente indica que Hernández sacó de su vivienda con engaños a Glen Lich, de 48 años y quien además era escritor y profesor universitario, y lo asesinó a golpes con una barra de metal, tras lo cual se introdujo a la casa, amarró a la esposa del asesinado y abuso sexualmente de ella en repetidas ocasiones.
Los abogados de Hernández han sostenido que el mexicano sufre de una forma de retraso mental, por lo que ejecutarlo sería una violación a un fallo de la Corte Suprema que ordena no ejecutar a reos con incapacidad mental.
Actualmente, hay 13 mexicanos con una pena de muerte en Texas y Tamayo sería el tercero en ser ejecutado después de emitido el «Fallo Avena».
Fuente: Milenio