Miles de personas participaron hoy en una manifestación contra el aborto, resistiendo gélidas temperaturas frente a monumentos y edificios del gobierno en Washington.
El papa Francisco dio su apoyo a la marcha, vía Twitter, con el mensaje: «Me sumo a la Marcha por la Vida en Washington con mis oraciones. Dios nos ayude a respetar la vida, en especial la más vulnerable».
I join the March for Life in Washington with my prayers. May God help us respect all life, especially the most vulnerable
— Pope Francis (@Pontifex) enero 22, 2014
Antes de la marcha, el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, prometió a la multitud que habrá una votación para negarle fondos públicos a cualquier clínica que practique abortos.
Cantor denunció que la reciente reforma del sistema de salud incluye un aumento del financiamiento para la interrupción de embarazos.
«Continuaremos luchando por los que no han nacido, porque es un deber ético y moral», declaró Cantor.
Por su parte, el presidente Barack Obama conmemoró el 41 aniversario de la decisión de la Corte Suprema al reafirmar el compromiso de su gobierno con la protección del acceso de las mujeres a los servicios de salud seguros y a precio moderado, y su derecho constitucional a la privacidad, incluido el derecho a la libertad reproductiva.
Miles de manifestantes participaron en la marcha anual de protesta contra el fallo de la Corte Suprema en 1973 que consagró el derecho constitucional al aborto.
La «Marcha por la Vida» comenzó con una concentración al mediodía en el National Mall, el parque donde se encuentran los grandes monumentos nacionales. Seguía luego una marcha al Congreso y a la Corte Suprema.
Los organizadores dijeron que la consigna de este año era la adopción como alternativa al aborto.
En un comunicado, Obama afirmó que el principio que guía la histórica decisión del máximo tribunal es que todas las mujeres deben tener libertad para hacer sus propias elecciones en torno a sus cuerpos y su salud.
El mandatario dijo que su gobierno también busca disminuir el número de embarazos no planeados, apoyar la salud de las madres y de los niños, y construir comunidades seguras y saludables para los niños.