El Congreso exhorta el Poder Ejecutivo y los 33 Ayuntamiento para que en coordinación con las dependencias correspondientes de la administración pública local, instrumente un programa de instalación obligatoria de cámaras de video vigilancia y botones de pánico al interior de vehículos que proporcionan el servicio de transporte público en el Estado, con el objetivo de reducir los asaltos.
El punto de acuerdo presentado por el diputado Gilberto Villegas Villalobos y aprobado por unanimidad en la pasada sesión ordinaria, cita la necesidad de que el Ejecutivo y los municipios integren esta estrategia o alguna similar a la brevedad, con la intención de abatir los índices crecientes de inseguridad en los vehículos del transporte público.
Ante sus homólogos, el legislador señaló que los botones de pánico no son nada nuevo en el mercado de la tecnología de seguridad; desde hace más de 40 años están instalados en los bancos y en lugares públicos y últimamente estos artefactos tienen nuevas presentaciones y usos.
Explicó que son pulsadores conectados a un sistema de alarma, generalmente ubicado en una localización oculta, donde no pueden llegar los clientes sino empleados con autorización especial. Cuando se presenta una emergencia, generalmente un robo, es presionado y emite una señal hacia el tablero de control al que está conectado mediante un cable o por frecuencia de radio.
Agregó que para los delincuentes, los autobuses de transporte público ofrecen la oportunidad de apoderarse tanto del dinero colectado por el chofer como de las pertenencias de los usuarios del servicio, con niveles bajos de riesgo. La única posibilidad de que las cosas salgan mal para ellos es que sean avistados in fraganti por efectivos policiacos o que alguno de ellos forme parte del grupo de personas que va a ser asaltada.
Villegas Villalobos explicó que en Morelos la delincuencia se ha disparado, adoptando características alarmantes: creciente uso de armas de fuego, mayor violencia hacia pasajeros y conductores y los delincuentes son, cada vez en mayor medida, niños y adolescentes.
Además, la mayor parte de los delincuentes actúa bajo los influjos de las drogas; se han incrementado los “cobros de peaje” exigidos por los asaltantes para no atracar a los pasajeros; los días de quincena y fines de semana se multiplican los robos
La gravedad del problema es tal, que siendo el de los choferes de transporte público un sector satanizado y temido por los automovilistas, usuarios, peatones y autoridades, es ahora un gremio atemorizado por la delincuencia.
El diputado Gilberto Villegas sostuvo que con los localizadores y botones de pánico se pueden canalizar las reacciones de manera inmediata y los asaltantes tendrán conocimiento de que no podrán cometer sus actividades en unidades del transporte público. Por ello es necesario que esta estrategia o alguna similar se implemente a la brevedad con la intención de abatir los índices crecientes de inseguridad en los vehículos del transporte público.
Con la obligación de instalar cámaras de video vigilancia y botones de pánico en los vehículos de transporte público, se podría tener una mejor reacción de los cuerpos de seguridad para prestar atención rápida y eficiente, en caso de la comisión de algún delito, y por otro lado, serviría para obligar a los transportistas a mejorar su servicio, finalizó el legislador.