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Una denuncia que iban a interponer lideres de taxistas, en contra de ex funcionarios de la Secretaría de Movilidad y Transporte y algún familiar de altos funcionarios de la Fiscalía General, por el millonario de pesos por el fraude que les cometieron con la venta de concesiones, derivó en un escandaloso pleito de vecindad, entre el secretario ejecutivo del Fiscal, Rodrigo Dorantes, Luis Ortiz Salgado y el jefe de escoltas.
Tal y como lo adelantamos ayer, al medio día de este miércoles, el secretario ejecutivo del Fiscal General, Luis Ortiz se indignó porque el jefe de escoltas no le informó que había pasado a unas personas directamente con este, ya que habían sido enviadas por el Secretario de Gobierno, Jorge Messeguer.
Algunas de estas personas eran Adriana Gómez representante del Sitio Ilusión o “Taxis Rosas” y Pedro Paredes líder del Sitio Nueva Alianza, quienes iban a denunciar al ex secretario de Movilidad y Transporte, David Gómez Basilio a su operador y cómplice Israel Camacho Huerta y a otros ex funcionarios más por el fraude y robo que les cometieron al cobrarles 85 mil pesos por cada una de las concesiones que les iban a otorgar, así como “el donativo” de por lo menos una decena de autos Jetta, que David Gómez les pidió para habilitarlos como patrullas de Supervisión en la SMy T, y que finalmente se adjudicaron estos ex funcionarios, quedándose con los vehículos mismos que se llevaron a su casa.
Pero además trasciende que estas mismas personas iban a denunciar a funcionarios de la Fiscalía General o por lo menos a parientes cercanos de altos funcionarios de esta dependencia, por estar metidos en este “mar de corrupción”, lo que habría provocado el nerviosismo del propio Fiscal Rodrigo Dorantes, quien ordenó a su jefe de escoltas, que pasara directamente con él a los denunciantes, sin avisar a su secretario ejecutivo Luis Ortiz y al no saberlo este y creer que el jefe de escoltas había pasado por encima de “su autoridad”, lo cuestionó de manera indigna y prepotente, a lo que el aludido le respondió y esto provocó la ira del Fiscal y de inmediato, “por ordenes de Rodrigo Dorantes”, procedió a iniciar una queja en Visitaduría y una denuncia penal en contra del policía, encargado de la seguridad de Rodrigo Dorantes y su familia.
Habría que recordar que el ocho de febrero del año 2013, el Fiscal Rodrigo Dorantes, sufrió un mortal atentado al ser confundido su convoy con una caravana de delincuentes, a manos de policías preventivos estatales, y que en ese asentado tres de sus escoltas José Joaquín Díaz, Rafael Barranco y Héctor Popoca murieron al salvaguardar su vida y que su jefe de escoltas hoy acusado por su secretario ejecutivo, al igual que los caídos participaron en este hecho anteponiendo su vida para salvar a su jefe.
