Al menos cinco personas, entre ellas dos trabajadoras de la cadena CNN, resultaron heridas en los enfrentamientos entre la policía y manifestantes en Sao Paulo.
La policía disparó bombas de gas lacrimógeno contra los manifestantes y utilizaron balas de goma en dos protestas ocurridas esta mañana a pocos kilómetros del estadio Arena Corinthians, donde se realizará la ceremonia de apertura de la Copa del Mundo.
El primero de los actos, en el que apenas había medio centenar de manifestantes, fue organizado por un colectivo social para protestar contra el gasto público excesivo en el Mundial de Brasil 2014.
Otro grupo más numeroso fue convocado por los trabajadores del metro de Sao Paulo, que exigen la readmisión de 40 trabajadores expulsados a causa de una huelga que paralizó la ciudad desde el jueves pasado hasta este lunes.
La policía militar, que fue reforzada por otras unidades de las fuerzas de seguridad y los bomberos, trataba de evitar que los manifestantes invadieran y bloquearan la “Radial Este”, una vía rápida que da acceso al estadio de futbol.
En los disparos de las bombas de gas, al menos tres periodistas y dos manifestantes resultaron heridos, entre ellos dos miembros de la cadena CNN, según reportes de la emisora.
La prensa brasileña reportó que un camarógrafo francés también habría resultado herido por los disparos policiales.
Al mediodía los enfrentamientos todavía continuaban en la zona este, con manifestantes que trataban de crear una barrera de contención con basuras incendiadas y señales de tráfico para frenar el avance de la policía, que lanzó bombas de gas y balas de goma, según imágenes en vivo de televisión Globo.
Se prevé que este día haya cuatro protestas en Sao Paulo, donde tienen presencia autoridades y varios jefes de Estado, para la inauguración de Copa del Mundo de Brasil.
La presidenta brasileña Dilma Rousseff dijo la víspera que la policía no tendrá dudas en reprimir actos de protesta que excedan la legalidad y pidió a los brasileños que sean “civilizados” en sus manifestaciones contra el gasto de la Copa, cuyo monto fue de tres mil 500 millones de dólares solo en la construcción de estadios.