En menos de un año en Morelos se han recabado más de mil 300 quejas por cobros excesivos de energía eléctrica y la Procuraduría Federal del Protección al Consumidor (PROFECO) prácticamente no ha hecho nada para dar una solución.
Marco Antonio García Barrera subsecretario general de la división Cuernavaca del Sindicato Mexicano del Electricistas (SME) explicó que se han encontrado recibos donde les cobran hasta 500 mil pesos a personas que tienen un negocio que no vale ni la tercera parte de lo que pretende cobrarles Comisión Federal de Electricidad (CFE).
A pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación autorizó que la ciudadanía ya se puede amparar contra el corte de energía eléctrica en Morelos siguen existiendo casos donde la CFE llega acompañada de la policía para cortar la luz donde la ciudadanía en ocasiones o come o paga energía eléctrica.
Por ello el SME analiza la posibilidad de interponer amparos colectivos pero además organiza un Foro el día 11 para el no al pago de luz hasta echar abajo la reforma energética, al considerar que la ciudadanía de Cuernavaca y Huitzilac tenía contratos de con Luz y Fuerza y no con CFE por eso consideraron que el cobro que realiza la llamada “empresa de clase mundial” es ilegal.
“Yo te puedo hablar de un año para acá donde hemos recibido más de mil 300 quejas ya están documentadas ya están en PROFECO ya algunas de ellas ya se realizaron audiencias en otras no estamos en este enero, hemos encontrado gente que tiene adeudos de más de 500 mil pesos y que tiene un pequeño negocio que nos dice que ni el local vale los 500 mil pesos y todo ello es por un trabajo mal hecho que está haciendo la comisión federal, tú sabes que se está haciendo cálculos de lectura donde el kilowatt ya no sale a un peso con 80 centavos, sino a cinco pesos” dijo.
Para los antiguos trabajadores de Luz y Fuerza los nuevos medidores digitales que está colocando CFE tienes temas contraproducentes como la emisión de radiación y que podría descalibrarse ante una tormenta eléctrica.
Segundo que estos aparatos de probaron en Inglaterra y Sudáfrica y se tuvieron que retirar porque no funcionaron. El último tema que criticaron es que quien los fabrica es la empresa Iusa de la familia Peralta una de las familias más ricas del mundo.