22:30 hrs. El Departamento de Asistencia al Menor de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, del Sistema DIF Morelos, recibe una llamada anónima.
Una señora reporta escuchar, de la casa contigua a la vecindad donde vive, los gritos de un niño que no rebasa los cinco años y sonidos de golpes sin parar, mismos que ocurrían prácticamente a diario desde que la familia de este infante había llegado al vecindario.
Al colgar la llamada, la Procuraduría del Menor solicita la presencia del Ministerio Público del municipio de Emiliano Zapata, para acudir al domicilio citado y verificar la denuncia; justo en ese momento la madre golpeaba al menor con un cinturón, sin consideración alguna, de manera brutal. La señora es detenida y el Sistema DIF Morelos comienza la denuncia correspondiente.
00:00 hrs. El pequeño es trasladado al Hospital del Niño Morelense donde permanece cuarenta días para recuperarse de las severas lesiones que su madre le dejó en prácticamente todo el cuerpo; hematomas de diferentes tamaños y profundidades por golpes con soga y cinturón, constata el parte médico.
En la cabeza, presenta alopecia en varias zonas, es decir, falta de cabello por arrancamiento, mientras en sus mejillas, quemaduras antiguas provocadas con un encendedor. Así mismo como consecuencia de los constantes maltratos recibidos, daños neurológicos que le han provocado un retraso en el lenguaje.
19 de mayo del 2014
12:00 hrs. Una vez que los médicos lo dan de alta, ingresa al Centro Convivencia y Asistencia Social para menores, (CCAS), dónde ahora recibe atención médica y psicológica.
“Cuando llegó al albergue todavía eran evidentes las secuelas de los agravios de su madre y su estado anímico era de absoluta tristeza”, refiere María Lorena Martínez Cué, jefa del departamento del CCAS.
Caso turnado a la FEAMA
Al conocer de cerca los casos de maltrato infantil, el proceso judicial para armar las carpetas de investigación y la atención médica, Elena Cepeda de León presidenta del Sistema DIF Morelos, le pareció inadmisible seguir permitiendo que fueran agraviados impunemente los derechos de los niños.
Así, en el marco del programa del DIF Nacional, Muévete, denuncia el Maltrato Infantil, el 30 de abril, presenta una campaña preventiva en medios masivos de comunicación y publicidad móvil, carteles, folletos, libros, para escuelas, albergues, asociaciones civiles, comunidades; el número 018001343667 para funcionar las 24 horas y recibir denuncias, así como la creación de una Fiscalía Especializada en Atención al Menor y al Adolescente (FEAMA)
Tres meses después del anuncio, y como resultado de un esfuerzo interinstitucional, en las instalaciones del Hospital del Niño Morelense se inaugura la citada Fiscalía Especializada de Atención a los niñ@s y Adolescentes.
Uno de sus objetivos es conformar carpetas de investigación sin deficiencias en los procesos de denuncia de maltrato; atención profesional, bajo protocolos estrictos de respeto al menor y evitar una doble victimización, incluso, mayores repercusiones en el estado emocional de los niños y adolescentes.
La finalidad de instalarla dentro del edificio del Hospital del Niño Morelense es canalizar, de manera directa y oportuna, las denuncias de los menores que han sido víctimas de maltrato ya que, durante el proceso de diagnóstico médico, se ha detectado llegan con lesiones reportadas como accidente, pero son en realidad producto de la violencia física al interior de la familia.
Unos meses después de iniciada la campaña con el Maltrato Infantil, la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia empezó a recibir cada vez más denuncias. De abril a la fecha se han reportado mil 30 de éstas por maltrato infantil.
La vida en el albergue
Poco a poco el menor maltratado ha estado adaptándose a su nueva vida, conviviendo con niños de su edad, quienes han vivido experiencias similares o más severas. Los primeros días no hablaba y el psicólogo detectó que persistían sus problemas de lenguaje. Con las terapias y atención recibidas durante estos meses, la alegría propia de su edad comenzó a regresar.
Lleva una vida escolar, se levanta muy temprano para asearse y portar el uniforme de la escuela “Nueva Visión”, un centro educativo creado para la formación oportuna de los niños albergados por el DIF desde nivel preescolar “Luego de desayunar es trasladado a la institución con sus demás compañeros”, apunta la directora del albergue.
A su regreso, se cambia para usar ropa normal, se cepilla los dientes y baja a comer para después realizar otras actividades deportivas, como natación en la alberca del Centro Estatal de Desarrollo Integral de la Familia (CEDIF).
Por la tarde-noche, participa en juegos didácticos como lecturas de cuentos infantiles. En punto de las 6:30 se prepara para irse a dormir, detalló la responsable del albergue donde viven niños de 0 a 12 años.
Padres, principales infractores de los derechos de niños
Los padres y otros integrantes de la familia son los principales agresores.
“En la mayoría de los casos dicha violencia se intenta justificar con conceptos culturales, étnicos, religiosos, principios morales, causas económicas, de educación ya que algunos de los padres transgresores, fueron también víctimas de abuso por sus padres, así fueron educados”, señala Abril Lizzet Mosqueda López, psicóloga de la Procuraduría de Atención al Menor del DIF.
Las causas por las que la madre de este infante, quien ahora se encuentra en proceso penal y espera una sentencia, agredía física, verbal y psicológicamente son desconocidas e injustificadas.
El niño de esta historia ya cumplió cinco meses en el CCAS, mientras concluye el proceso judicial de su progenitora. Una vez que se dicte sentencia, se iniciará otro juicio para la pérdida de la patria potestad de su madre biológica y entonces será posible encontrarle una nueva familia.