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En la agroindustria del amaranto instalada en la comunidad de Huazulco, municipio de Temoac, desde el pasado mes de agosto, empezó la elaboración 52,000 calaveras de distintos tamaños, un producto alimenticio y artesanal que ha dado prestigio a los productores de Morelos, manifestó Joel Leopoldo Ramírez Ocampo, presidente del Sistema-Producto Amaranto.
Informó que 80 campesinos en Huazulco dedicados a la siembra de este cultivo y operan 50 talleres que en todo el año trabajan el amaranto, base para elaborar las palanquetas y dulces conocidas como “alegrías”, para atender el mercado en los “días de muertos”, en 40 de esos talleres, unos desde agosto y otros en septiembre, se dedican a la fabricación de las calaveras a base de este grano altamente nutritivo.
Tenemos pedidos con dos meses de anticipación de distribuidores de Tijuana, Monterrey, Guadalajara, San Luís Potosí, Chihuahua, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Querétaro, Distrito Federal y desde luego, de Morelos. La producción de este es poco más de 50 mil calaveras medianas y 2,000 grandes. Las primeras tienen un precio de 7 pesos y las segundas a 60 pesos, expresó el representante de los productores de amaranto en Morelos.
Refirió que las calaveras, según quienes las compren, sean para adornar las ofrendas, en algún lugar de sus casas, en oficinas o para consumo inmediato, están elaboradas en un 90 por ciento con amaranto y el 10 por ciento restante, lo forman el jarabe de piloncillo, azúcar glas, decorado de luneta, cacahuate y colorante artificial.
Señaló que la industrialización es a partir de la materia prima que se produce en el ejido de Huazulco; en la elaboración de las 52,000 calaveras se ocuparon 20 toneladas de amaranto, concluyó Joel Leopoldo Ramírez Ocampo.
