Lee Joon-seok, el capitán del ferry que se hundió en Corea del Sur en abril, criticado por haber huido del barco mientras cientos permanecían en el interior, fue sentenciado este martes a 36 años de cárcel.
A pesar de que fue absuelto de asesinato, Lee fue declarado culpable de violar «la ley de los marineros» y abandonar la nave, causado muertes y heridos.
La sentencia fue la culminación de un juicio de cinco meses. Un panel de tres jueces emitió el veredicto y la sentencia para Lee, que fue acusado de múltiples cargos que incluyen negligencia, abandono y asesinato por su conducta en el ferry Sewol que se hundió el 16 de abril.
La fiscalía había pedido la pena de muerte para Lee, alegando que él no utilizó el equipo disponible, tales como balsas salvavidas, chalecos y los avisos para evacuar a los pasajeros.
Apelación probable
Park Gi-ho, jefe de ingenieros del transbordador, fue declarado culpable de asesinato y condenado a 30 años. Los 13 miembros de la tripulación restantes fueron condenados entre 5 y 20 años.
El veredicto fue recibido con indignación por los familiares de las víctimas, quienes se reunieron fuera de la corte para solicitar una apelación a la sentencia y demandar la pena de muerte para los miembros de la tripulación.