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Alumnos de las once licenciaturas que se imparten en la Universidad del Valle de Cuernavaca-UNIVAC- propiedad de Jorge Arizmendi García, así como sus padres de familia expresaron su temor y dudas en torno a la incorporación de sus estudios a la SEP y no a la Universidad Autónoma del Estado, por falta del pago de este requisito que se niega a realizar la UNIVAC y que podría representar un obstáculo para su plena realización de su vida profesional.
Algunos de los intranquilos alumnos quienes demandaron por medio de este noticiero, que las autoridades educativas investiguen esta situación y emitan un diagnóstico puntual y oportuno sobre los pros y contras de que la UNIVAC no tenga incorporada a la UAEM sus once licenciaturas, para evitar fraudes y graves problemas a futuro, cuando se titulen y se enfrenten a la realidad en el mercado de trabajo.
Los inconformes, dieron a conocer que la UNIVAC a la fecha oferta la siguientes licenciaturas: Diseño Grafico, Derecho, Dirección y Administración de Empresas, Contaduría y Finanzas, Informática, Ingeniería en Sistemas Computacionales, Relaciones Industriales, Pedagogías, Periodismo, psicología y Ciencias de Actividad Física y Prácticas Deportivas, que al no estar incorporadas a la UAEM, se justifica esta situación, habiéndolas incorporado a la SEP, cuando se supone que al estar vinculadas a la Máxima Casa de estudios, los planes de estudios son similares y vigilados por el personal de la Universidad, garantizando su cumplimiento y que en caso de que algún alumno quiera continuar sus estudios en la UAEM, puede hacerlo, no así si no se cumple con esta incorporación.
Es en este contexto que algunos padres de familia expresaron sus mayores dudas, por la que calificaron «una actitud incongruente y criticable», del rector y dueño de la UNIVAC, Jorge Arizmendi, pues recordaron que en el mes de febrero del año 2012, este fue exhibido como un personaje «chantajista», en medios locales, al utilizar su cargo como diputado local para promover una iniciativa de Reforma a la ley orgánica de la UAEM, con el propósito de presionar y hasta chantajear a las autoridades universitarias, para que se le condonara el adeudo millonario que desde entonces arrastraba la UNIVAC, precisamente para poder incorporar las licenciaturas que se imparten en esta universidad privada y que hoy están cuestionadas en su calidad, precisamente por esta falta de incorporación.
El malestar de estos padres de familia, estriba en la falta de confianza y certeza de que al culminar sus estudios superiores, sus hijos en la UNIVAC, no vayan a enfrentar descalificaciones o desprestigios, que se reflejen en falta de oportunidades para sus hijos, por esta determinación unilateral de Jorge Arizmendi, por no pagar la cuota que otras universidades si pagan para tener incorporadas sus licenciaturas a la UAEM, pues a la fecha la UNIVAC se sigue justificando, con su incorporación a la SEP.
Pero esta postura convenenciera y oportunista, que para muchos adopta con suma facilidad y habilidad, Jorge Arizmendi, de acuerdo a las informaciones destacadas en diferentes medios de comunicación locales y que hoy permanecen en las redes sociales, se asocia con su «conducta muy congruente», con los escándalos en que se ha visto envuelto, como cuando fue acusado de negarse a pagar la renta del inmueble que ocupaba su gimnasio, Beverly Hills en el año 2011, llegando a tener un adeudo por más de 63 mil pesos, según lo denunció en su momento el apoderado legal de Grand Cristal S.A. de C. V. Mateo Sánchez, quien por igual denuncio la prepotencia e impunidad de que hacia gala Jorge Arizmendi.
Otro ejemplo de «esta congruencia» de Jorge Arizmendi es lo que se señaló en su momento al ocultar este la información de los gastos de difusión que hacían los entonces legisladores, Jorge Arizmendi entre ellos, colocando a incondicionales y gente sumisa a sus indicaciones y conveniencias en el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística, todo esto sin faltar los cuestionamientos y sospechas sobre el origen y multiplicación de su fortuna, que lo han perseguido por siempre.
