En las últimas semanas el robo a casa habitación se incrementó en la capital de Morelos. La forma de operar de la delincuencia va desde que vigilan a qué hora entra y sale de su hogar hasta llegar disfrazados como trabajadores de una empresa o familiar suyo.
La delincuencia ha llegado a tal grado que ante la incapacidad de la autoridad policiaca los vecinos no tienen más remedio que organizarse. Por ejemplo en el mercado Adolfo López Mateos los comerciantes instalaron botones de alarma; En la colonia Ciudad Chapultepec la ciudadanía comenzó a colocar cadenas en las calles para evitar el paso de vehículo y con ello que les vacíen sus casas.
En las colonias como Alegría los ladrones llegaron vestidos de traje diciéndose familiares de una persona quienes a empujones le obligaron abrir la puerta, en otra más fueron envenenados perros que cuidaban el domicilio por eso el fin de semana se creó un comité que dará seguimiento al trabajo que se comprometió a realizar la policía.
En otros lados como Acapantzingo y Lomas de Cortés los delincuentes vigilaron a sus víctimas para saber en qué horario no estaban a tal grado que en redes sociales se daba recompensa a quien proporcionara información sobre los ladrones.
La organización social ha llegado a tal grado de advertir linchamientos en caso de detener a los ladrones como ha ocurrido en las colonias Bugambilias y ampliación Bugambilias ante la nula capacidad de la autoridad por contener la delincuencia a pesar de que la semana pasada el secretario de gobierno Matías Quiroz y el propio gobernador Graco Ramírez advirtieron que “inseguridad bajó según la cifras oficiales”.
En contra parte no hay día que la ciudadanía no denuncie de forma verbal o en redes que fue víctima de la delincuencia sin que presente las denuncias penales porque se considera “una pérdida de tiempo” ante la falta de confianza a la autoridad por detener a los responsables.