Los Servicios de Salud Morelos (SSM) recomendaron a los padres de familia incrementar las medidas de prevención en niños y niñas, a fin de evitar casos de pediculosis por la temporada de calor.
Autoridades de Servicios de Salud recomiendan: lavar con frecuencia el cabello, peinar y cepillar diariamente, revisar frecuentemente la cabeza de los niños, principalmente detrás de las orejas y en la nuca, limpiar con frecuencia peines y cepillos, no intercambiar utensilios como peines, gorros, broches, lugar y sombreros.
Del pasado mes de enero a la fecha, los Servicios de Salud de Morelos han registrado casi 800 casos de pediculosis o piojos, en los municipios de Jiutepec y Cuernavaca, informó Fátima Hernández Bonilla, responsable de Vigilancia Epidemiológica de la dependencia.
Indicó que la pediculosis suele aumentar en temporada de calor por lo que es importante el apoyo de padres de familia para que extremen medidas de higiene con sus hijos, quienes pueden mostrar diversas señales y conviven de manera cotidiana en colegios y escuelas de los 33 municipios.
Esta infección parasitaria afecta a personas de cualquier edad y sexo y estratos socioeconómicos, pero hay una mayor prevalencia en edad pre-escolar y escolar, con un máximo de incidencia entre los 5 y 11 años.
Los piojos son insectos sin alas casi imperceptibles a la vista. Es una de las diferentes especies de parásitos que probablemente, sólo pueden sobrevivir alimentándose y reproduciéndose sobre un huésped humano. Se crían mediante huevos llamados liendres que se adhieren a la base del cabello de forma fija.
Suelen esconderse entre la ropa de vestir o de cama. Habitan y se crían en la cabellera, donde muerden el cuero cabelludo para alimentarse de la sangre de la persona y su saliva produce una infección a la que se llama pediculosis.
El ciclo de vida de los piojos se ve favorecido al haber deficiente higiene personal, temperaturas frías y en sitios donde la gente vive en estrecha proximidad una de otra (hacinamiento).
Los piojos alojados en la cabeza se transmiten de una persona a otra, por compartir peines y cepillos, entre otros objetos. Los lugares más comunes de transmisión son los jardines de niños y escuelas, por lo que se mantiene una estrecha vigilancia en la detección y prevención de esta enfermedad.
Fátima Hernández Bonilla dijo que los principales síntomas para detectar el contagio de estos insectos sin alas son sensación de cosquilleo, de algo que se mueve en el cabello, granitos en el sitio donde pica el piojo (cabeza y cuerpo), irritación del cuero cabelludo, ardor, comezón y al rascar presenta heridas profundas en el área afectada que pueden infectarse.