Además de ser transmisores de enfermedades como el Paludismo, el Dengue o la Chikungunya, los mosquitos podrían provocar lesiones, alergias e infecciones en la piel de los menores.
Mario Duarte Abdala, dermatólogo pediatra del Hospital del Niño y el Adolescente Morelense (HNAM), recomendó revisar patios y azoteas para eliminar cualquier recipiente que acumule agua y fumigar periódicamente la casa para eliminar los moscos, así como usar ropa que cubra las extremidades del cuerpo para evitar la picadura.
“En esta temporada se tiene que evitar el estancamiento de agua en llantas o depósitos de agua porque los zancudos son transmisores de enfermedades graves que podrían poner en riesgo la vida de los niños”, indicó.
La comezón que provoca la picadura del mosquito ha llegado a provocar infecciones en la piel de los menores.
Las lesiones pueden ser simples y en algunos casos generar ampollas o infecciones graves en la piel del paciente, explicó Duarte Abdala.
“Uno de los mitos es que la vitamina B repele el piquete de los moscos, sin embargo, no es algo que sea comprobado, lo importante es evitar la reproducción de mosquitos, utilizar repelentes, fumigar la casa, usar ropa larga y pabellón para dormir”, recomendó Duarte Abdala.
La edad preescolar entre los dos y cinco años son los que registran más afectaciones porque se rascan constantemente y ello les puede provocar infecciones en la piel, afectaciones en el tejido subcutáneo y en algunos casos se registran infecciones bacterianas, alertó el especialista.
En el caso de Dengue, Paludismo y Chikungunya, los síntomas que se presentan en los primeros 5 a 8 días después de la picadura del mosquito son: fiebre alta de difícil control, dolor de cabeza intenso, cansancio, dolor de músculos o articulaciones y en las formas graves sangrados en encías, piel y tubo digestivo.
En caso de tener estos síntomas el especialista recomienda acudir a su centro de salud o a su hospital más cercano.