Ubicada en cuatro hectáreas de agua dulce del planeta, la Carpita Morelense (Notropis boucardi) es una especie endémica de la cuenca del río Balsas, se encuentra en peligro de extinción, debido a la sobrexplotación, y por la intensa contaminación de las barrancas.
Las poblaciones sobreviven en la Laguna de Hueyapan, en el Área Natural Protegida “El Texcal”, así como en barrancas como La Primavera en Alta Palmira y la barranca Bedoya, en Temixco y Cuentepec.
“Hace más de 40 años, Chapultepec fue el hábitat natural de estos peces, pero la introducción de truchas y carpas, así como las descargas de aguas negras que llegaban directas a la barranca, causaron su desaparición, por lo que desde hace un año se reintrodujeron en esta área” informó el Secretario de Desarrollo Sustentable (SDS) Topiltzin Contreras MacBeath.
Durante 2014, una población de 72 ejemplares fueron rescatadas de una barranca, donde la contaminación amenazaba con terminar con ellas, para ser introducidos en la parte alta de la Barranca de Chapultepec, ya que las carpitas prefieren las aguas más frías, como las que surgen del manantial.
Esta reintroducción permite ganar un espacio que ya se había perdido para una especie. La tendencia global es a la inversa, los espacios se van perdiendo y los ecosistemas más vulnerables son los acuáticos, de los cuales el 80 por ciento están impactados, por lo tanto, las especies más amenazadas son las acuáticas,
El funcionario añadió que en colaboración con el Laboratorio de Ictología del Centro de Investigaciones Biológicas de la UAEM, la dirección de Conservación y Restauración de la SDS, se estará monitoreando esta población para observar el avance de su colonización sobre el cauce de la barranca, así como un manejo adecuado del Parque Barranca Chapultepec, para evitar la contaminación o la presencia de las carpas, truchas y patos en las zonas donde habite la Carpita Morelense.