La mafia que existe en el Transporte Público, entre concesionarios, choferes, peritos, la aseguradora mutualista “SR” y agentes de la policía vial o de Tránsito con el dueño de la “La Clínica de la Federación del Transporte”,
quedo al descubierto este sábado al embestir una ruta 19 un taxi y lesionar a una mujer y a un niño de tres años que iban de pasajeros, ya que los policías viales, médicos de la citada clínica y ajustadores de seguros, a toda costa querían obligar a que la mujer “otorgara” el perdón al rutero para darle atención médica a ella y menor.
Familiares de las víctimas Irma González y el menor Jorge René Cortés, indignados urgieron a las autoridades estatales y de la Secretaría de Movilidad y Transporte a intervenir y poner orden entre los transportistas, ante tal descaro e impunidad de que hacen gala.
Informaron los inconformes que este sábado alrededor de las 11:00 horas, cuando la mujer y su nieto viajaban en un taxi por la avenida Plan de Ayala a la altura de la terminal de Pullman de Morelos “La Selva”, el conductor de una ruta 16 embistió el taxi y la mujer y el niño quedaron lesionados.
A los pocos minutos llegó al lugar el perito de la policía Vial, Javier Linares de la patrulla 2811 y un agente de tránsito que se tapo el nombre de su placa y nunca lo quiso dar a los agraviados, ya que presionaban a Irma González a que ahí mismo otorgara el perdón al rutero “para que le pudieran dar atención médica”.
Al negarse la mujer y luego de que llegaron al lugar sus familiares, los policías Viales, “les recomendaron” que “se llevaran a la mujer y al niño en un taxi al hospital, para que no detuvieran al chofer de la ruta”, pero como los familiares de los lesionados se negaron y exigieron que fueran llevados a un hospital, llegó la ambulancia del ERUM 0009, y lejos de llevar a las víctimas al Hospital General, al de la Cruz Roja o cualquier otro, los llevaron a “La Clínica de la Federación del Transporte”, propiedad de Efraín Mejia ex director del ERUM.
En ese lugar, hasta pasadas las 15.00 horas ni la mujer ni el menor recibían atención médica, “por negarse a otorgar el perdón al rutero”, pese a las presiones de los ajustadores de la aseguradora mutualista “SR” , pues incluso por órdenes del doctor y dueño de la clínica Efraín Mejía, para sacar unas radiografías a la mujer por las dolencias que tenía en el cuello, “tenía que pagarlas”.
Ante esto lo familiares de la mujer y el menor exigían que estos fueran llevados a otro hospital, pero hasta pasadas las 15.00 horas esto no sucedía, por lo que decidieron ellos por su cuenta llevarlos a otro hospital.