Con el fin de dar a conocer la situación en la que se encuentran los rellenos sanitarios, donde cerca de mil 400 toneladas de basura se reciben cada día, la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) realizó un recorrido por los rellenos de “La Tomatera” en el municipio de Yecapixtla y “La Perseverancia” de Cuautla.
“La situación en La Tomatera, es preocupante, ya que los municipios no cuentan con la capacidad económica para operar este lugar, por lo que se ha convertido en un tiradero a cielo abierto. Otra situación es la laguna de lixiviados, los cuales deberían ser rebombeados dentro de la basura para auxiliar al proceso de descomposición, y sin embargo han sobrepasado el lugar de su disposición derramándose hacia los terrenos aledaños” mencionó el director de Gestión de Residuos, Mauricio Ortega Almanza.
En Morelos, se generan a diario dos mil toneladas de residuos sólidos, de las cuales cerca mil 300 terminan en el relleno de Cuautla, ya que 12 municipios, entre ellos Cuernavaca, Temixco y Xochitepec, depositan sus residuos en este lugar, el cual es administrado por la una empresa privada desde 2011.
“La Perseverancia es un ejemplo de cómo debiera funcionar un relleno sanitario, cada tonelada de basura que entra es dispuesta adecuadamente, además han comenzado con la producción de electricidad a través del biogás que se desprende de los residuos”, añadió el funcionario estatal.
Agregó que no ésa no es la solución al problema de Morelos, ya que la celda más reciente que se abrió hace dos años, está cerca de alcanzar su capacidad máxima, por lo que se plantea una nueva visión, transformar esos residuos en un recurso que se pueda aprovechar.
La estrategia de Gestión Integral de Residuos Sólidos del Estado de Morelos (eGIRSEM) contempla la regionalización del estado en 10 áreas operativas, para que los residuos no viajen más de 10 km, reduciendo así el gasto que los municipios hacen para disponer adecuadamente sus residuos.
Además de la construcción de ocho plantas de valorización, en las cuales se separarán los materiales que aun pueden ser reciclables como PET, cartón, papel, metales, entre otros, para reintroducirlos a la cadena productiva.
El sistema propuesto prevé la construcción de tres plantas de abono orgánico y una de Combustible Derivado de Residuos, donde se transformarán los materiales como las telas, cartones mojados, y aceites, en un combustible alternativo que se usará en los hornos de cemento de la Cooperativa Cruz Azul.