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El grito de independencia en Morelos no fue lo que de esperaba a pesar de que operadores del gobierno acarrearon gente de diferentes colonias para apoyar con porras a la autoridad, quienes eran fácil de identificar por las sombrillas del PRD que les regalaron mismas que después al interior de la plancha les quitaron por «razones de seguridad».
Para ingresar a la plancha del zócalo se lograba solo por un costado del palacio de gobierno donde elementos de la policía «pasaban revista» se les ordenaba a los asistentes sacar llaves, celulares o cualquier objeto de metal, a las mujeres también les revisaban sus bolsos.
Decenas de policías unos vestidos de civiles que pretendían pasar desapercibidos (pero el pelo corto, la botas y sus radios de comunicación los delataban) otros uniformados vigilaban a todos los que ingresaron, un grupo de personas era colocado de forma estratégica para contrarrestar cualquier rechifla o abucheo al mandatario.
Previo al grito el comisionado estatal de seguridad Alberto Capella salió al balcón donde miró al pueblo que se dio cita algunos por voluntad y otros por «invitación» para recordar el 205 aniversario de la independencia de México.
El grito de independencia del gobernador Graco Ramírez duró apenas unos minutos con un zócalo a medio llenar al tiempo de que la lluvia arreciaba, pero al momento de las rechiflas dieron la orden de que arrojaran los juegos pirotécnicos.
Por la calle de Galeana se podían observar estacionadas las lujosas camionetas de los funcionarios que adentró realizaron su fiesta privada con un brindis.
Mientras afuera la población buscaba un lugar para resguardarse de la lluvia mientras comerciantes se quejaban de que no tuvieron las ventas que esperaban.
Al final el director de protección civil Javier Bermúdez dijo que se registró un saldo blanco en los 33 municipios salvo en el caso de Zacatepec que se desplomó el templete previo al grito que fue suspendido en el resto de las alcaldías solo hubo fuertes lluvias.
