Un improvisado policía de vialidad de Cuernavaca, identificado como Eduardo Márquez, ya que de ser lecturista de SAPAC, con él pago de una «cuota» de diez mil pesos, paso a ser patrullero sin capacitación y sin nada, hirió en ambas piernas a una abogada cuando esta circulaba en su auto por el Centro Histórico de Cuernavaca, frente a la «Glorieta Pacheco» y el uniformado jugaba con el arma de cargo de su compañero de apellidos Pliego Nava y se le fue un tiro.
Aproximadamente a las 21.30 horas de este jueves, los policías se encontraban en la citada Glorieta en pleno centro de Cuernavaca, cuando de acuerdo a la información que se ha podido recabar de manera extraoficial, porque hasta el momento ni la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Cuernavaca, ni la Comisión Estatal de Seguridad han informado nada, es que los policías Eduardo Márquez y Pliego Nava se encontraban en ese lugar.
Pero en determinado momento, el irresponsable policía, Eduardo Márquez, quiso jugar con el arma que portaba su compañero, una Pietro Beretta calibre nueve milímetros y se la quitó desenfundandosela y como esta traía «tiro arriba» o sea que estaba lista para disparar, se le fue un tiro que impacto a la abogada con tres esquirlas en una pierna y una más en la otra por lo que tuvo que ser llevada al Hospital del Innovamed en donde se encuentra internada y al parecer fuera de peligro.
Pero hasta el mediodía de hoy, los dos policías que se vieron involucrados en estos hechos se encontraban «arrestados» en la Guardia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, sin que se tuviera mayor información de su puesta a disposición, pues tal parece las autoridades policíacas de la SSC y CES, intentaban esconder todo esto, como otros tantos delitos que se cometen en la ciudad y en el estado.
Pero para su desgracia este hecho avivó la inconformidad e indignación de policías, ex policías y funcionarios menores, quienes denunciaron de manera anónima que «esto es consecuencia de la descarada corrupción e impunidad que prevalece y se ha consolidado con el Mando Único, ya que el Secretario de Seguridad Pública en Cuernavaca, Hugo San Vicente Varela, con la protección de Jesús Alberto Capella, cometen toda una serie de latrocinios en la corporación municipal».
Recalcaron los denunciantes que el accidente provocado por la criminal irresponsabilidad del policía vial Eduardo Márquez es un descarado ejemplo de esta corrupción, pues este hace escasos seis meses se desempeñaba como administrativo, como lecturista en el Sistema de Agua Potable de Cuernavaca y de ahí con «recomendaciones» y el pago de diez mil pesos iniciales, al Director Operativo de la Policía Vial, Jesús Aguilar Luna, paso a ser administrativo, después a ser agente «pie tierra» y finalmente patrullero de Vialidad, con las consecuencias ya conocidas.
Pero insistieron en que esto es sólo «la punta de la madeja», pues por lo menos medio centenar de recomendados, parientes, queridas, como una mujer de nombre Yanin «N» que también sin preparación alguna ahora ostenta una plaza de «Alce» y sólo «Trabaja de ocho de la mañana a dos de la tarde» entre otros que han ingresado en los últimos meses a la Policía Vial de Cuernavaca, todos pagando «cuotas de 20 a 10 mil pesos al Director Operativo Jesús Aguilar Luna, protegido y cómplice de Hugo San Vicente, a su vez protegido por Jesús Alberto Capella, hasta quien parecen llegan los beneficios de toda esta corrupción», señalaron los denunciantes.
Agregaron que estos «entres no quedan ahí», ya que Jesús Aguilar Luna el director Operativo de la Policía de Vialidad, tiene «grupos de patrulleros, motociclistas y elementos de crucero, privilegiados a los que no manda a servicios de escuelas u otras instituciones a dar la obligada vialidad, sino que los deja trabajar libremente para que semana a semana.
Los denunciantes recalcaron que obviamente que de todo el dinero que el director operativo, Jesús Aguilar recaba, «salpica» a sus mandos, por ello el Secretario Hugo San Vicente lo protege pues sería ingenuo pensar que el desconoce y es ajeno a toda esta red de corrupción y complicidades, al igual que su jefe máximo Jesús Alberto Capella Ibarra, quienes recordaron los elementos, «cuando llegaron a hacerse cargo de la policía con su Mando Único, humillaron y calificaron a todos los policías de Cuernavaca y del Estado de corruptos, pero ahora los hechos demuestran quienes son ellos en realidad y aquí están las pruebas».