Finalmente este día Tom Haeck de la unidad de observación para el Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas tomó conocimiento de las fosas de Tetelcingo donde permanecen 103 cuerpos sepultados sin que exista una identificación de quienes son o si sus familiares se encuentran buscándolos.
Tras una reunión con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos donde se investigan temas de tortura en agravio de Jaime Domínguez quien se ha opuesto a la construcción de una termoeléctrica en la comunidad de Huexca, también se aprovechó para pedirle que tomará nota de lo que ocurrió con el entierro de 103 personas.
A decir de la secretaria ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos, Fabiola Colin, explicó que podría tratarse de un delito de lesa humanidad, luego de que algunas de estas personas quizá sufrieron desaparición forzada, tortura, asesinato y a parte del sufrimiento que tuvieron ahora hay una doble víctimización porque sus familias sufren al no encontrarlos.
Por ello, diversas organizaciones buscan a sus desaparecidos ante la falta de credibilidad del estado y de sus investigaciones tras conocerse la forma de inhumar cuerpos y ahora en cada espacio ven la oportunidad de buscar a sus familiares desaparecidos.
La intención es que la Procuraduría General del República atraiga las investigaciones o bien que organismos internacionales realicen las recomendaciones pertinentes. Por lo pronto ayer se tomaron medidas precautorias por parte de la fiscalía y se ha acordonado la zona y se vigila con el mando único para evitar que se manipulé el lugar.