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Viviendas inundadas, pisos levantados, vehículos sepultados y averiados, son solo algunos de los incontables daños que la obra del Paso Express ha traído a cientos de familias de Morelos, sin que hasta el momento nadie responda por ellos.
Con el arranque de la ampliación de la autopista México-Cuernavaca, inició también el calvario para aquellos quienes habitan en sus alrededores, pues pese a la promesa de las autoridades de los múltiples beneficios que esta obra traerá a la población, ellos solo han visto problemas.
Don Martín y su familia han vivido durante muchos años en el poblado de Chamilpa y habían sacado adelante una pequeña fondita, sin embargo, desde febrero pasado, esto se vino abajo. Los trabajos de la maquinaria pesada causaban la vibración del suelo que terminó levantando el piso de su negocio y con ello su cierre.
Sin embargo, no es el único de la zona que también ha sido afectado. En días pasados, Óscar fue sorprendido por un gran montículo de lodo y piedras que con las lluvias ingresaron a su terreno, ubicado en la orilla de la autopista. Sepultó su camioneta, herramienta y equipo de trabajo, pero también desplazó a una familia que tenía su casita de cartón en el predio, pues el lodo alcanzó una altura de hasta un metro.
A pesar de haber solicitado en diversas ocasiones a las autoridades la reparación de los daños, solo han obtenido evasivas, por lo que temen que los daños sean aun mayores con la temporada de lluvias.
