Este miércoles se cumple un mes de que el gobierno estatal y municipal impidieron a las artesanas indígenas nahuas y mazahuas realizar sus ventas en el centro de Cuernavaca, quienes permanecen en la incertidumbre y sin respuesta favorable de las autoridades.
En entrevista, Susana Díaz Pineda del Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa señaló que a pesar de que han transcurrido ya 30 días, las autoridades siguen cerradas y la única “solución” propuesta es enviarlas al Parque Tlaltenango, al norte de Cuernavaca, a vender e impartir talleres.
No obstante, reveló que también los colonos de la zona han expresado su inconformidad a que las artesanas y comerciantes sean enviadas a este parque, pues consideran que es un espacio público y ecológico y no permitirán “la vendimia”.
Mientras tanto las artesanas indígenas permanecen en la incertidumbre y sin poder vender sus productos, y han tenido que modificar incluso sus rutinas y hasta su alimentación ante la falta de ingresos.
“Normalmente ellas almuerzan, comen y cenan aquí, sin embargo ahora están haciendo una sola comida al día estos 30 días, estos últimos fines de semana se han ido a pueblear a Tlayacapan, Tepoztlán, donde puedan vender un poquito y tener para la semana, sobre todo aquellas que tienen niños, también se botea, eso alcanza para tortillas y algunos compañeros han ayudado con despensa”, dijo.