La Secretaría de Salud destacó la importancia de llevar a vacunar a los perros y gatos contra la rabia, que puede ser transmitida al ser humano al contacto con la saliva infectada a través de mordeduras y arañazos.
A través del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), refirió que esos animales son los principales huéspedes y transmisores de esa enfermedad que se propaga por el sistema nervioso central y provoca inflamación progresiva del cerebro y médula espinal.
En el marco del Día Mundial contra la Rabia, que se conmemora este 28 de septiembre, se lleva a cabo la Semana Nacional de Reforzamiento de Vacunación Antirrábica Canina y Felina 2016 hasta el 1 de octubre.
En ese sentido, hizo un llamado a llevar a sus mascotas al centro de salud o puesto de vacunación más cercano, donde se aplican vacunas de alta calidad sin costo alguno.
El Día Mundial contra la Rabia se celebra cada año para aumentar la concienciación sobre la prevención de esa enfermedad y destacar los progresos hechos en la lucha contra ella.
El 28 de septiembre es también la fecha del aniversario de la muerte del químico y microbiólogo francés Louis Pasteur, creador de la primera vacuna antirrábica.
El tema para este año es “Rabia: Educar. Vacunar. Eliminar”, que destaca las dos medidas cruciales que las comunidades pueden adoptar para prevenir ese padecimiento y refleja la meta mundial de acabar para 2030 con las muertes humanas por la rabia transmitida por los perros.
Se manifiesta con fiebre, dolor y sensación de hormigueo en la herida y puede adoptar dos formas: furiosa y paralítica.
En la rabia furiosa se presentan signos de hiperactividad, exaltación e hidrofobia o miedo al agua y la muerte ocurre a los pocos días por paro cardiorrespiratorio.
Mientras que en la paralítica los músculos se paralizan gradualmente, las personas que la padecen entran en coma y fallecen; se presenta en 30 por ciento de los casos de rabia en humanos.
Quienes tuvieron exposición al virus por mordedura de perro o gato es importante que acudan a la unidad de salud, donde el médico determinará el tipo de riesgo y se le indicará si es necesaria la aplicación de la inoculación.
Mientras tanto, se recomienda lavar la herida con jabón abundante y agua durante 10 minutos; desinfectarla con agua oxigenada, alcohol, yodo o amonio cuaternario.
Información obtenida de López Dóriga Digital