Más de 25 días sin agua, drenajes colapsados y robo de energía eléctrica en decenas de viviendas es el saldo que hasta el momento ha dejado la construcción del Paso Exprés en la colonia Chipitlán de Cuernavaca.
Karla Sabdi, vecina de la Privada Uriza de esa Colonia, dijo que desde hace al menos 25 días no hay agua potable ni en su casa ni en la de unas mil personas más que viven en la zona.
“Llevamos 25 días, o si se puede más, sin agua, nos pidieron que tuviéramos paciencia, se supone que nos iban a reconectar desde el jueves, dijeron ténganos paciencia, la tuvimos, pero ya fue mucho, la verdad, es difícil estar sin agua, según nos iban a mandar pipas, nos mandaban una, pero las pipas no quieren bajar hasta la parte más adentro de la privada, entonces los de arriba nada más tenían agua y todos teníamos que subir hasta arriba a acarrear todas las cubetas de agua, se imaginará lo difícil que ha de ser, imagínense 25 días sin agua”, dijo la vecina.
Además de la falta de suministro de agua potable, como consecuencia de los trabajos de ampliación de la vialidad, el sistema de drenaje ha colapsado, por lo que vecinos tienen que realizar sus necesidades fisiológicas en los patios de sus casas.
“Estamos padeciendo no solo una cosa, son tres cosas, lo principal es el drenaje, yo tenía dos drenajes y vamos a hablar de unos tres a cuatro meses ya no tenemos drenaje.
“El drenaje desde que me lo cortaron no tenemos, no es grosería, pero hace uno su popó casi en la tierra, no hay espacio para donde corra el agua ni nada y no nos han dicho dónde va a quedar el drenaje, no es justo, que hagan su trabajo, pero que lo hagan con respeto a todas las personas”, dijo Juan Gutiérrez Frausto, vecino de la Calle Prolongación Amador Salazar.
Otro de los problemas que trajo consigo la construcción del Paso Exprés es el robo de energía eléctrica.
Vecinos acusan que las empresas encargadas de la obra se conectan ilegalmente a sus medidores para iluminar la zona de trabajo durante las noches.
“La luz que se la han estado robando, han hecho cortos y todo y nada más se desaparecen, llega uno y se echan a correr”, dijo uno de los vecinos.
El muro de contención que se construye en el Paso Exprés ha bloqueado los accesos de decenas de viviendas y negocios, entre ellos el de Ildefonso Sánchez, un mecánico automotriz que con una máscara de luchador puesta en la cabeza exige a las autoridades de la SCT que cumplan su palabra y le construyan, como prometieron, una rampa de acceso a su taller.
“Aquí le hacíamos todo el mantenimiento (a los autos averiados en la autopista), de hecho nos considerábamos como Los Ángeles Independientes porque damos auxilio a las personas y recuperación.
“Ahora el muro ya llevo casi un año sin recibir nada y ya vendí mi coche y así andamos, con puras promesas y no nos han puesto el agua ni nada. Para seguir funcionando allá arriba nos prometieron una rampa, o sea, va a ser un taller aéreo, o sea, segundo piso, así como lo estamos pidiendo, ya hablamos con ellos, inclusive tenemos un papel en donde él dice que no va a cumplir”, dijo el vecino.
Con la máscara puesta asegura que su nombre es “El incansable”, pues continuará con su lucha hasta que la SCT y las empresas encargadas de la obra le construyan la rampa de acceso a su taller aéreo.
“La máscara es de lucha , de resistencia, eso como que me da más poder, más fuerza”, dijo.