El 13 de agosto de 2012 Jessica Cerón Salinas, una joven de 28 años de edad que tenía 39 semanas de embarazo, desapareció en Morelos tras reunirse con el papá de su hijo.
A cinco años de su desaparición, su madre, Celia Salinas, revela algunas de las deficiencias que la Fiscalía General del Estado (FGE), a cargo actualmente de Javier Pérez Durón, ha cometido en la investigación del caso.
“Hoy se cumplen cinco años de la desaparición de Jessica Cerón Salinas, mi hija , cinco años esperando que me llame, que abra la puerta y me diga ‘aquí estoy, mamá’, son cinco años llenos de incertidumbre, de tristeza y de lágrimas, cinco años de tocar puertas, de buscar justicia, de buscar a mi hija y a su bebé”, dijo Doña Celia a reporteros minutos antes de colocar un arreglo de flores en el memorial de las víctimas de la violencia en Morelos, frente al Palacio de Gobierno estatal.
El 13 de agosto del 2012, a unos días de dar a luz a Max, Jessica le dijo a su mamá que iría a reunirse con el padre de su hijo, Nicolás.
Tras la desaparición de Jessica, ese hombre primero negó haberla visto, pero luego, tras obtener información de las amigas de Jessica, el sujeto reconoció que la dejó en una calle de Cuernavaca y que luego abordó un taxi del que no pudo ver las placas de circulación.
La última comunicación que tuvo con su hija se registró poco después de las 23:00 horas de ese 13 de agosto.
Jessica le dijo a su madre que ya se dirigía a su casa y desde entonces no supo más de ella.
Desde la desaparición de la joven, el principal sospechoso para la familia de la víctima es Nicolás.
Ahora la familia sabe que el padre de Nicolás es compadre de un alto ex funcionario de la Fiscalía General del Estado, desde donde presuntamente recibió protección y se le permitió acceder a todas las investigaciones que la dependencia realizaba.
Una de las primeras deficiencias en la investigación fue el extravío de un disco compacto que contenía videos de cámaras de seguridad que mostraban el recorrido que Jessica y su ex pareja hicieron a bordo de un automóvil en calles de la ciudad.
Bajo la custodia de Jorge Uribe, el primer agente del Ministerio Público que llevó el caso de Jessica, la Fiscalía General del Estado cambió el disco que contenía los videos por otro que tenía caricaturas de Disney.
“Esos discos eran del recorrido de cuando se supone que Jessica iba, unos videos de seguridad, pero esos videos en su momento los cambiaron por unos que tenían unas figuras de Mickey Mouse, entonces cuando nos dimos cuenta se lo dijimos al fiscal, cuando estaba Rodrigo Dorantes (actual delegado de la PGR en Durango), y lo único que hizo fue cambiar (al Agente del MP) a Jojutla y después de Jojutla regresó y en su momento la Visitaduría no procedió”, dijo la mamá de Jessica
Por fortuna la familia de las víctimas contaba con una copia del disco extraviado, por lo que se volvió a anexar a la Carpeta de Investigación.
Hasta ahora y tras la intervención en el caso de Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés) la Visitaduría de la Fiscalía General del Estado abrió un proceso en contra de ese agente del Ministerio Público.
Otra de las irregularidades fue que en los peritajes realizados por la Fiscalía General del Estado no se detectaron evidencias que acreditaran que Jessica estuvo adentro del vehículo del sospechoso.
Sin embargo la división científica de la Policía Federal encontró cabellos de Jessica adentro del auto.
Al inicio de la investigación funcionarios de la Fiscalía le sugirieron a la familia de Jessica la contratación de un detective privado, quien tras recibir su pago abandonó el caso.
“Hubo en la misma fiscalía quien nos dijo, quienes nos recomendaron a un detective privado que lo único que hizo fue sacarnos dinero porque así como llegó, se fue”, expresó Doña Celia.
A pesar de ser la última persona que vio a Jessica, su ex pareja no ha sido llamada a declarar en la Fiscalía General del Estado.
“No, nunca, en su momento lo hicieron, pero fue como una plática cualquiera, nunca fue una cosa así que lo pudieran presionar para que dijera algo, no, nunca”, expresó la madre de Jessica.
Hasta ahora y tras la intervención en el caso de Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés) la Visitaduría de la Fiscalía General del Estado abrió un proceso en contra de ese agente del Ministerio Público.
Autoridades de Morelos han realizado búsquedas en cerros del norte de Morelos en busca del cuerpo de Jéssica, sin obtener resultados positivos.
“Hagan de cuenta como si se la hubiera tragado la tierra, nunca hemos tenido ningún indicio”, dijo su madre.
Lo más grave, dijo Celia Cerón, es que su hija y su nieto, a quien ya le llamaban Max, no han sido localizados.
“No hacen su trabajo como debe de ser, ése es el problema, si ellos realmente hicieran las investigaciones y se pusieran del lado de las víctimas, otra cosa sería.
“Graco siempre ha dado la orden de qué trabajen, pero de qué sirve que dé la orden, el fiscal dé la orden a los MPs si ellos no cumplen sus funciones, es imposible que como niñeros anden atrás de cada uno viendo que hagan su trabajo como debe de ser, cada uno debe ser responsable del trabajo que cada quien desempeña y no hemos encontrado a mi hija, que es lo más importante”, dijo Doña Celia.
Actualmente el caso es investigado por la PGR, por lo que la familia de Jessica espera pronto dar con su paradero y el de Max.